Mientras que COVID-19 se detecta en las prisiones y cárceles de Colorado, el sistema penal del estado y cada cárcel local emplea su propio método de combate.
Todavía no se presentan muchos pacientes con coronavirus en múltiples condados de Colorado, pero a algunos de los proveedores ya les preocupa qué harán para mantener sus puertas abiertas.
Los grupos que proporcionan servicios a víctimas de violencia doméstica en Colorado se ven forzados a modificar sus servicios en un momento en el que el estrés financiero y el aislamiento aumentan el riesgo de sufrir abusos.
El aumento repentino de desempleados y el desplome de los presupuestos gubernamentales probablemente afecten más a las personas necesitadas durante la pandemia del coronavirus.
La forma como madres embarazadas en Colorado están respondiendo a la pandemia y lo que sus proveedores médicos están haciendo para mantenerlas sanas y salvas.
Proveedores de servicios públicos y de internet se comprometieron a no desconectar por ahora el servicio de ninguna persona en Colorado, aunque no paguen su factura. Mientras tanto, no se sabe qué pasará a largo plazo con las personas que enfrentan desalojos.
Cuando el coronavirus saboteó sus eventos usuales, un grupo en Sheridan, Colorado, cambió rápidamente de estrategia para cubrir las necesidades más urgentes de su comunidad.
Distritos escolares y organizaciones no lucrativas enfrentan apuros para asegurar que los niños en Colorado que dependen de comida gratis o a precio reducido sigan teniendo acceso a pesar de los cierres escolares.