Una publicación de The Colorado Trust
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Una empleada repone mercancía en un estante de carne casi vacío en un supermercado de Denver el 18 de marzo de 2020.

Fotografías de Joe Mahoney / enviado especial para The Colorado Trust

COVID-19

Trabajar en un supermercado en estos momentos es muy estresante

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Por Jenny McCoy

Mark, un joven de 30 y tantos años que vive cerca de Boulder, cree que probablemente se contagiará del nuevo coronavirus. Muchos de sus compañeros de trabajo, dijo, creen lo mismo. (Mark no es su nombre verdadero; nos pidió que no lo usáramos porque no tiene permiso de su empleador para hablar públicamente. Los nombres de otros empleados que no pertenecen al equipo gerencial y se mencionan en esta historia también se cambiaron por la misma razón.)

“Solo esperamos ser lo suficientemente suertudos como para no sentirnos muy mal [si nos enfermamos]”, dijo.

Mark trabaja de tiempo completo en Ideal Market en Boulder. Los supermercados son unos de los pocos negocios designados como “esenciales” y que, por lo tanto, todavía están abiertos al público a pesar de la orden ejecutiva estatal para “quedarse en casa” que dio el gobernador Jared Polis el miércoles, 25 de marzo, como respuesta a la pandemia de COVID-19.

“Las vidas de muchas personas en Colorado dependen de tu habilidad de quedarte en casa”, Polis dijo recientemente en un tuit sobre la orden ejecutiva, la cual ordena a los residentes que no salgan de sus casas excepto para realizar “actividades esenciales”.

Pero esa orden excluye a personas como Mark, cuyos trabajos requieren que sigan interactuando, a veces muy de cerca, con otras personas. Y la naturaleza misma de tales trabajos dificulta que los trabajadores cumplan las pautas del distanciamiento social y otras instrucciones que los líderes de salud pública piden que la gente siga para reducir la propagación del virus.

En Ideal Market, por ejemplo, mantener la distancia recomendada de seis pies (o más) entre una persona y otra “no es posible realmente”, Mark dijo el sábado, 21 de marzo. La tienda es “muy pequeña”, explicó, y poner tal distancia “no es práctico en un supermercado”.

“Algunos clientes han intentado hacerlo y se frustran mucho con nosotros si nos piden ayuda o algo y luego nos acercamos…”, dijo. “O dejan su carrito en algún sitio y se enojan si nos acercamos mucho a él”.

Esto no sucede seguido, agregó, y el lunes, 23 de marzo, Ideal Market, propiedad de Whole Foods (y, por consecuencia, Amazon), implementó restricciones que facilitan mantener la distancia de seis pies. Ahora, solo 20 clientes a la vez pueden estar adentro y los turnos laborales de los empleados se intercalan para separarlos, Mark dijo.

Un portavoz de Whole Foods dijo que la compañía no podía aceptar solicitudes de entrevistas, pero compartió un enlace a su respuesta contra COVID-19. (Cuando volvimos a contactarlos para que compartieran su reacción sobre los comentarios de Mark para este artículo, Whole Foods no respondió.) En algunas tiendas de Whole Foods en el área de Denver, se observaron nuevas medidas el día después de que empezara a implementarse la orden ejecutiva del gobernador. Las medidas incluyeron guardias de seguridad privada ayudando a formar una fila de clientes antes de entrar en la tienda; empleados limpiando las manijas de los carritos con cloro en la entrada; instrucciones pegadas en el piso sobre cómo mantener una distancia sana cerca de las cajas registradoras y los mostradores de carnes; y, separadores de vidrio en las cajas registradoras para distanciar a los cajeros de los clientes. Precauciones similares no se han observado en otras cadenas de supermercados en Colorado, con cinta pegada al piso como única excepción.

Pero aunque se mantengan las distancias requeridas, quienes trabajan en supermercados siguen estando expuestos al público con mucha mayor frecuencia y en mayores cantidades que las personas en cuarentena en sus hogares.

“Gracias a todas las personas que trabajan en supermercados y en la cadena de suministros, porque están en el frente de batalla con nosotros”, dijo el médico Daniel Pastula, experto en enfermedades infecciosas en UCHealth. “Entiendo que estar en el frente probablemente cause ansiedad, en particular porque no puedes trabajar a distancia cuando trabajas en un supermercado”.

Amy, una empleada que trabaja por horas en un King Soopers de Fort Collins, siente intensamente esa ansiedad. El viernes, 13 de marzo, tres días después de que el gobernador Polis declarara un estado de emergencia en Colorado debido a COVID-19, los clientes llegaron en masa a la tienda, haciendo compras de pánico y dejando los estantes vacíos.

“No podía reponer los productos lo suficiente rápido como para seguirle el ritmo a la gente que compraba”, Amy dijo.

Su departamento casi duplicó sus ventas ese viernes. Pero las multitudes que aumentaron las ganancias también trajeron un nube negra.

“Había una sensación de temor, de pánico, como una tristeza que lo cubrió todo”, Amy dijo el viernes, 20 de marzo. “Sigue estando ahí, es palpable, se siente”.

Amy, quien vive con sus dos hijos y su novio, dijo que no le preocupa tanto sobrevivir el virus si se contagia. Pero le preocupa la salud de sus padres. La mamá de Amy tiene una condición crónica de salud, dijo. “Algo como esto probablemente la mate. Eso me asusta”.

Las “personas que no lo toman en serio” también la asustan. Amy describe a estudiantes universitarios que compran en la tienda y piensan que el virus no es real. Algunos de sus compañeros de trabajo tampoco parecen tomarlo en serio.

“Tengo a una colega que piensa que todo esto es una conspiración del gobierno para leer nuestras mentes y está enojada porque cerraron los bares y restaurantes”, Amy dijo. Otros colegas, agregó, no parecen estar cumpliendo las instrucciones de salud pública de quedarse en casa si están enfermos.

“Ayer, uno de los cajeros principales estaba ahí tosiendo y enfermo y luego escuché que alguien que trabaja ahí le dijera: ‘Creo que me estoy enfermando de lo que sea que tú tienes’. Y yo pensando: ‘¿Por qué están aquí [si están enfermos] de algo?’” Amy dijo el viernes, 20 de marzo. La actitud típica sobre la enfermedad y el trabajo, dijo, es “aparécete y supéralo”.

Como respuesta a estos comentarios, Jessica Trowbridge, gerenta de asuntos corporativos para King Soopers, dijo por correo electrónico: “La salud y el bienestar de nuestros empleados, clientes y comunidades es nuestra prioridad principal. Por eso, estamos cumpliendo las mejores prácticas proporcionadas por representantes de los CDC, estatales, del condado y locales. Estamos instando a nuestros empleados para que vigilen de cerca su salud y, si tienen síntomas como de gripe (fiebre, tos, dolor de garganta, dolor de cuerpo, dolor de cabeza, escalofríos y fatiga) en el trabajo, que se vayan a casa y contacten a su médico. Si un empleado tiene síntomas como de gripe en casa, no debe venir a trabajar”.

Kroger, la corporación dueña de King Soopers, anunció el 21 de marzo nuevas políticas de ausencias por enfermedad para incluir hasta dos semanas pagadas para aislarse y por síntomas “verificados por un profesional médico acreditado”. Trowbridge agregó que la compañía también puso a disposición “recursos adicionales” a través de un fondo patrocinado por la compañía que proporciona ayuda financiera a empleados que estén enfrentando “dificultades financieras debido a una situación inesperada o de emergencia”.

Pero hasta la política ampliada no incluye las medidas actuales que los CDC aconsejan que los negocios implementen, las cuales dicen que los empleadores no deben pedir la nota de un médico para verificar una enfermedad. “Los consultorios y centros médicos quizás estén sumamente ocupados y no puedan proporcionar tal documento de manera oportuna”, las pautas de los CDC dicen.

Los empleadores deben ser “muy flexibles” con las ausencias por enfermedad, Pastula aconsejó, y las personas enfermas y que estén tosiendo y estornudando activamente deben permanecer alejadas de los supermercados, agregó.

Whole Foods, Mark dijo, ha puesto “muy en claro” que cualquier empleado que se sienta enfermo, ya sea con síntomas de COVID-19 o no, necesita quedarse en casa. Y cualquier empleado que diagnostiquen con COVID-19 o necesite permanecer en cuarentena recibirá hasta dos semanas pagadas, según el sitio web de Whole Foods.

Leevers Supermarket, Inc. es una cadena de supermercados con base en Colorado que emplea a más de 500 personas en 18 tiendas en la Cadena Frontal. La cadena, que incluye tiendas Save-A-Lot y Colorado Ranch Market, estableció protocolos similares. Cualquier empleado con síntomas como de gripe no tiene permiso de trabajar y está cubierto por las políticas de ausencias por enfermedad, dijo Gabriel Disbrow, directora ejecutiva de Leevers, por correo electrónico. (Disbrow no proporcionó más detalles sobre estas políticas, pero dijo que la compañía está cumpliendo con “pautas relacionadas con la industria y el gobierno”.)

Y Matthew O’Toole, gerente de abarrotes en Clark’s Market en Aspen, dijo el lunes, 23 de marzo, que a los empleados que estén enfermos en el trabajo los mandan a casa “enseguida”.

Sin embargo, solo ofrecen un día pagado por enfermedad, dijo.

Además de mandar a los trabajadores a sus casas cuando están enfermos y pagarles mientras se recuperan, ¿qué están haciendo los supermercados de Colorado para proteger la salud de sus empleados y clientes mientras trabajan y compran?

Muchas tiendas, incluso las de Kroger, Whole Foods y Leevers, redujeron su horario de atención, lo cual permite que los empleados tengan más tiempo para llenar los estantes vacíos y desinfectar el lugar según los nuevos protocolos de limpieza. El horario modificado es una “bendición”, dijo Jessica, quien trabaja por horas en un King Soopers de Fort Collins (no en la misma tienda donde Amy trabaja).

El nuevo horario de Ideal Market permite que solo clientes de 60 años para arriba, al igual que empleados y sus familias, compren por una hora sin el público en general, Mark dijo. Leevers implementó una política similar para atender a la gente mayor y clientes de riesgo una hora antes que sus tiendas abran para el resto de la comunidad, Disbrow dijo. Otras cadenas implementaron políticas similares alrededor del país.

Leevers tambien contrató recientemente a “equipos de desinfección constante para limpiar los carritos y las superficies duras durante todo el día en cada tienda”, Disbrow dijo. “También estamos pausando cada hora para desinfectar el área de cajas y otras áreas que se tocan mucho”. La compañía proporcionó guantes y agregó estaciones adicionales con gel antiséptico en todas las salas de descanso y todos los empleados ahora deben practicar el distanciamiento social, Disbrow agregó.

En King Soopers, nuevos protocolos incluyen limpiar con mayor frecuencia las áreas comúnmente usadas; desinfectar y reponer más seguido los productos en los baños; agregar más gel antiséptico en toda la tienda; y, limpiar los carritos, las canastas y el equipo (entre otros pasos), según un comunicado de prensa que Trowbridge compartió.

¿Y en Ideal Market? “Tenemos reuniones todos los días sobre [cómo los empleados pueden proteger su salud en el trabajo]”, Mark dijo. Nuevas medidas incluyen más limpieza, desinfección y esterilización de superficies usadas con frecuencia; la clausura de la barra con comida preparada y el mostrador con café; y, la opción de que las cajeras usen guantes, Mark dijo. Los empleados pueden usar mascarillas si quieren, según el sitio web de Whole Foods.

Pastula no dijo nada sobre si los empleados deben usar mascarillas o guantes en el trabajo, pero instó a los empleadores y empleados a que sigan las pautas más actuales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y del Departamento de Salud Pública y Medioambiente de Colorado (CDPHE, por sus siglas en inglés). Por el momento, estas pautas no recomiendan específicamente que empleados de supermercados usen mascarillas ni guantes. (Tampoco hay todavía pautas específicas de los CDC ni del CDPHE para empleados de supermercados.)

“Es posible que si el equipo no se está usando adecuadamente, ofrezca un sentido falso de protección”, Pastula dijo. Si alguien que está usando guantes, por ejemplo, toca un área contaminada y luego se toca la cara con el guante, igual podría contraer el virus, explicó.

Pero a pesar de los aparentes riesgos de trabajar interactuando con el público, a algunos de los empleados de supermercados no les preocupa enfermarse ellos mismos de COVID-19.

“Sé que es una cosa muy contagiosa y todo eso, pero realmente no me preocupa”, dijo Jessica el jueves, 19 de marzo. “Solo puedo hacer lo que puedo hacer y lo estoy haciendo”. Describió que se lava las manos y desinfecta su área en la tienda frecuentemente.

La mamá de cinco hijos expresó sentirse más preocupada de trasmitirle el virus a uno de los integrantes de su familia, quien dijo tiene “un sistema inmunológico muy vulnerable”. Jessica vive cerca de personas mayores y tampoco quiere trasmitirles el virus, agregó.

Pero poniendo sus temores de lado, Jessica dijo que está “aprovechando la oportunidad para mantenerme lo más positiva posible y ser tan amable como pueda con la comunidad, además de ayudarlos tanto como pueda”.

O’Toole, de Clark’s Market en Aspen, expresó sentir algo similar. “Probablemente sea la primera vez en este trabajo que siento que estoy beneficiando a la comunidad”, dijo. “Se siente muy bien y verdaderamente me inspira a seguir trabajando duro lo más posible y seguir tratando de atender a mi comunidad lo más posible”.

Gracias a nuevos beneficios de compensación para el empleado que ofrecen las corporaciones principales, muchas de las personas que trabajan en supermercados ahora tienen otra razón para sentirse bien.

Whole Foods recientemente anunció que ahora los empleados ganarán el doble por tiempo extra hasta el 3 de mayo (antes ganaban 1.5 más) y recibirán un aumento de $2 por hora hasta finales de abril. “Definitivamente me ha ayudado mucho”, dijo Mark, quien mencionó que “prácticamente” vive con lo justo.

“Al final de todo, puedo quejarme de las políticas corporativas el día entero, pero siento que sí nos están apoyando”, dijo.

Tanto Amy como Jessica dijeron que los empleados de King Soopers recientemente recibieron una tarjeta de regalo de $25 para usar en la tienda como agradecimiento de que estén trabajando durante la pandemia. La cantidad, Amy admitió, no es mucho por persona, “pero si piensas bien, es mucho dinero para repartir en una corporación grande, así que fue algo lindo”. En el comunicado de prensa que Kroger publicó el 21 de marzo, la compañía anunció que cada empleado de medio tiempo recibirá un bono único de $150; los empleados de tiempo completo recibirán $300 cada uno.

Sin embargo, el trabajo y la ansiedad que produce tienen consecuencias negativas.

“Por un lado, me siento afortunada de trabajar en la industria en la que trabajo porque todavía tengo trabajo”, Amy dijo. “Pero por el otro, da miedo… hay días en los que definitivamente desearía no ser una trabajadora esencial”. Dijo que recientemente lloró manejando a casa después del trabajo al término de varios días particularmente “pesados”.

Para reducir el estrés en el trabajo, Mark se enfoca en ayudar a los clientes para que encuentren lo que necesitan y toma descansos durante sus turnos. Y en casa, tomarse una copa de vino o una cerveza ayuda, igual que ver televisión. Recientemente, Mark terminó de ver “Watchmen” en HBO.

“Eso fue fantástico”, dijo, “y también me permitió pasar un montón de tiempo viendo un universo ficcional con problemas locos que me permitieron olvidarme de lo que está pasando en el nuestro”.

Una empleada usa una mascarilla y guantes mientras camina a recoger los carritos de compras en un estacionamiento de un supermercado en Denver el 18 de marzo de 2020.

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