Una publicación de The Colorado Trust
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Mientras que se conocen bien los riesgos de salud y medioambientales asociados con estar expuesto a los desechos tóxicos, resulta ser que estar expuesto a ellos también se asocia con las discapacidades cognitivas y los desafíos académicos y del comportamiento en los niños. Pero limpiar estos desechos tóxicos reduce el riesgo.

Según un estudio único en su género de investigadores en la Universidad Northwestern y la Universidad de Florida, ser concebido cerca de ciertos sitios contaminados (conocidos como “Superfund sites” en inglés) está conectado con una serie de resultados negativos en los niños, más allá del efecto que tiene en su salud física. Este tipo de sitios contaminados son áreas que la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) ha identificado para limpiarlas porque están contaminadas con desechos tóxicos.

Más aún, otros estudios han encontrado que los niños que viven cerca de este tipo de sitio contaminado tienen mayor probabilidad de ser negros o hispanos y de vivir en la pobreza.

La investigadora principal Claudia Persico, PhD, de la Universidad Northwestern decidió estudiar la relación entre estar expuesto a los desechos tóxicos y el desarrollo infantil después de aprender que algunas diferencias en el desarrollo aparecen aún antes del nacimiento.

“Comencé a pensar sobre a qué podrían estar expuestas las mujeres que viven en comunidades de bajos recursos que podría causar cambios en el cerebro de sus hijos en desarrollo”, dijo Persico. Su primera teoría: los desechos tóxicos.

Cerca del 17 por ciento de la población de Estados Unidos, incluyendo 18 por ciento de las personas menores de cinco años, viven a tres millas o menos de un sitio Superfund.  Pero el impacto de estos sitios contaminados y de los desechos tóxicos no se distribuye uniformemente en la sociedad. Un informe publicado en 2015 por la EPA encontró que aquellas personas que viven en la pobreza, aquellas que no se graduaron de la preparatoria y las poblaciones negras e hispanas tienen una probabilidad desproporcionadamente mayor de vivir cerca de un sitio Superfund.

En Colorado, el problema es serio: El estado cuenta con 20 sitios Superfund activos que están siendo decontaminados bajo la supervisión del Departamento de Salud Pública y del Medioambiente (CDPHE, por sus siglas en inglés) o de la EPA. El sitio identificado más recientemente, el distrito minero en Bonita Peak, se aprobó a principios de septiembre. En tres sitios adicionales se ha completado la tarea de limpieza.

Para el estudio, Persico y sus colegas utilizaron datos de los departamentos de salud y educación de Florida con el fin de examinar el desarrollo académico y cognitivo de los niños nacidos en el estado entre 1994 y 2002 que eventualmente se inscribieron a una escuela pública. Examinaron datos de todo el estado, pero se enfocaron en 4,500 familias que habían concebido niños a dos millas o menos de un sitio Superfund durante diversas etapas del proceso de descontaminación, para así controlar factores como el nivel de estudios de los padres.

Encontraron que era 10 veces menos probable que los niños concebidos después de que se limpiara un sitio contaminado tuvieran discapacidades cognitivas en comparación con sus hermanos concebidos antes de la descontaminación. Los niños concebidos mientras el sitio seguía estando contaminado también tenían 40 por ciento más probabilidad de haber repetido de grado en la escuela, 46 por ciento más probabilidad de haber tenido un incidente serio de comportamiento en la escuela y de haber obtenido resultados más bajos en exámenes estatales que aquellos concebidos después de la descontaminación.

Todo esto en conjunto significa que era bastante más probable que los niños concebidos cuando el área todavía estaba contaminada tuvieran más problemas en la escuela, lo cual probablemente cause otros desafíos más adelante.

“Muchos de los documentos [disponibles] se enfocan en el valor de la vivienda y las tasas de cáncer [cerca de sitios Superfund]”, agregó Persico. “Pero esos podrían no ser los mejores o los únicos resultados que debemos tomar en cuenta” al considerar la manera en que los desechos tóxicos afectan a la sociedad.

“Este es un problema de justicia social y medioambiental”, dijo Persico.

Persico agregó que las escuelas en áreas afectadas por la contaminación podrían entender mejor a sus estudiantes si conectaran la cercanía a los sitios Superfund con las discapacidades como el autismo, los desórdenes del habla y lenguaje y ciertas discapacidades para el aprendizaje. Por ejemplo, una escuela podría prepararse para evaluar a los niños con base en esos problemas o capacitar a sus maestros para que trabajen con niños con discapacidades cognitivas.

Las escuelas invierten cantidades importantes de dinero para apoyar a sus estudiantes con este tipo de desafíos, lo cual Persico dijo es un ejemplo de la manera en que los costos reales de la contaminación podrían subestimarse.

Warren Smith, un gerente de participación comunitaria en CDPHE, dijo que es importante destacar que estar expuesto, no la cercanía, a materiales del sitio Superfund es lo que afecta la salud. Este estudio, al igual que las cifras de la EPA que muestran las disparidades sobre quién vive cerca de estos sitios, se enfoca en la proximidad en lugar de evaluar el nivel preciso de los productos contaminantes a los que se está expuesto.

No todos los sitios Superfund presentan el mismo riesgo. Cada sitio tiene una historia única y una serie de productos contaminantes. Los sitios activos en Colorado incluyen Lowry Landfill, en el sudeste de Denver, el cual está lleno de desechos industriales; y una antigua planta procesadora de uranio en Fremont, la cual presenta otros tipos de riesgos a la salud. (Un informe sobre la situación de los sitios Superfund en el estado publicado en 2014 contiene descripciones de cada uno de los procesos de descontaminación en cada sitio.) Y el programa Superfund no identifica necesariamente cada una de las formas en que una persona puede estar expuesta a los desechos.

Pero los riesgos a la salud humana que presentan muchos productos contaminantes y químicos son, por supuesto, una de las razones principales por las cuales el programa Superfund existe. El perfil de cada sitio explica los riesgos potenciales de cada uno. La Agencia para Registrar las Sustancias Tóxicas y Enfermedades, que forma parte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), también proporciona informes sobre el impacto de estos sitios en la salud.

Y los resultados del estudio de las universidades Northwestern y de Florida nos recuerdan que los desechos tóxicos pueden tener un impacto importante y amplio en la salud y el desarrollo humano, y usualmente las personas más pequeñas son las que se ven más afectadas.

 

Jaclyn Zubrzycki

Periodista
Denver, Colo.

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