Censistas reciben capacitación en la Iglesia Luterana Jesus Redentor en Arvada, Colorado, antes de visitar hogares para el Censo 2000. Este año, las actividades de alcance corren riesgo debido a temores sobre el coronavirus. Fotografía de Glen Martin/The Denver Post vía Getty Images
Para los grupos que trabajan a favor de obtener un conteo censal justo y completo en Estados Unidos, las próximas 10 semanas son las finales, el día de bodas, la noche de inauguración y el período de lanzamiento, todos en uno. Los resultados de las próximas semanas tendrán consecuencias duraderas para la distribución de recursos y representacion política.
Pero con el coronavirus propagándose rápidamente en Colorado y el resto del país, múltiples eventos relacionados con el Censo ya se cancelaron. Las visitas de puerta a puerta que iban a empezar en mayo, corren riesgo. Los organizadores para un conteo completo en Colorado dicen que la llegada del virus y su nube de preocupaciones reales para la salud es “un desastre” y un verdadero desafío para los objetivos de equidad a largo plazo.
“El momento [de la llegada del virus] no podría haber sido más terrible para el Censo”, dijo Gillian Winbourn, directora de proyectos para la organización no lucrativa Together We Count en Denver. “Es muy decepcionante”.
Las personas que reciban el aviso por correo postal, el cual empezó a enviar la Oficina del Censo el 12 de marzo, pueden responder de inmediato ya sea en línea o por teléfono. Un esfuerzo organizado a nivel federal para contar a las personas sin hogar planeaba implementarse entre el 30 de marzo y el 1º de abril, entre otros eventos. Los representantes de la Oficina Regional del Censo no respondieron a preguntas específicas sobre cómo lidiarán con el coronavirus en su trabajo que se aproxima.
Como muchas ciudades importantes, la Ciudad y el Condado de Denver gastó su propio dinero para mejorar el conteo censal, pero su lista de planes y eventos de alcance comunitario ahora corre peligro. Una de las tácticas era instalar quioscos con tabletas en todas las clínicas comunitarias de Denver Health para atrapar a los habitantes difíciles de contactar pero para quienes las clínicas son lugares seguros.
“Reunir a las personas en una clínica pareció ser una buena idea en su momento y ahora suena como la peor idea que hemos tenido”, dijo Kaye Kavanagh, coordinadora censal para la Agencia de Derechos Humanos y Colaboraciones Comunitarias (HRCP, por sus siglas en inglés) de Denver.
Las personas indígenas que viven en el área metropolitana de Denver están diseminadas por la región y no tienen un vecindario específico para saturar con censistas que las visiten de puerta en puerta o una estación de radio para usar como megáfono, dijo Rick Waters, codirector ejecutivo de Denver Indian Center e integrante de las tribus kiowa y cheroqui. Los planes de alcance por mucho tiempo se enfocaron en el contacto personal durante eventos públicos.
“Las personas indoamericanas son sociables y a veces compartir información con ellas funciona mejor cara a cara”, Waters dijo. La cancelación de eventos importantes, como el Denver Pow Wow a finales de marzo, o que asistan menos personas a ellos tendría un efecto muy negativo en los esfuerzos censales, explicó.
Grupos de promoción comunitaria en Colorado usaron subsidios de fundaciones no lucrativas y agencias gubernamentales para planear docenas de eventos de alcance en coordinación con los avisos censales que se envían a partir del 12 de marzo. Los avisos postales animan a los residentes para que se conecten en línea y completen ahí su información censal o que llamen por teléfono para hablar con un representante del Censo o regresen el formulario completo por correo postal. Más tarde en la primavera, los censistas que el gobierno federal haya contratado se dispersan por los vecindarios y áreas donde es más difícil contactar a las personas, como en comunidades de casas prefabricadas, pequeños poblados y reservas indígenas.
Los eventos se están cancelando a pasos agigantados. Muchos grupos, incluso aquellos que buscan contar a las personas mayores, tenían planeado contactarlas en eventos populares como la Feria de Salud de 9News, la cual ahora se pospuso hasta agosto (después de la fecha límite del Censo). The Salute, la exposición más grande en el estado para personas de la tercera edad, también se pospuso y el Desfile del Día de San Patricio en Denver se canceló, entro muchos otros eventos. Los encargados de planear las actividades de alcance con frecuencia planean que haya personas en estos eventos para ayudar a completar el formulario censal ahí mismo con tabletas y laptops.
El martes, 10 de marzo, en Denver el gobernador Jared Polis declaró un estado de emergencia para controlar la propagación del coronavirus. Esto da al estado ciertos poderes especiales para cancelar eventos donde se reúnen muchas personas o implementar otras medidas de salud pública que reemplazan los planes locales. El 11 de marzo, el estado reportó 27 casos de personas con el virus potencialmente mortal y posibles casos adicionales en espera de resultados.
Los grupos que abogan a favor de un censo justo y completo usualmente invierten años antes de la fecha de lanzamiento (1º de abril) cada decenio luchando para cambiar políticas y prácticas que expandan el conteo de personas difíciles de contactar. Estas personas incluyen ancianos, algunas minorías raciales y étnicas, residentes rurales y más. Los activistas latinos y sus socios comunitarios lograron combatir la inclusión de una nueva pregunta sobre ciudadanía en el formulario del Censo 2020, durante una batalla legal larga e intensa.
Hace solo dos meses, “pensamos que habíamos evitado el desastre de la pregunta sobre ciudadanía y que tendríamos una buena oportunidad” para un conteo correcto, dijo Rosemary Rodriguez, directora ejecutiva de Together We Count. Los activistas también obtuvieron otra victoria a nivel estatal, Rodriguez dijo, al lograr que se designara oficialmente a los ancianos como personas difíciles de contar, aunque en el pasado han votado y completado el formulario censal en mayores cantidades que otros grupos.
Pero si el Censo 2020 se convierte en una experiencia principalmente digital, esto podría causar que las personas mayores en EE. UU. no logren completarlo tanto como antes, los activistas dijeron. Además, se necesitan fondos estatales y de organizaciones no lucrativas para llevar esta tecnología a los ancianos.
“Pasamos mucho tiempo tratando de ser creativos con respecto al proceso de aprendizaje sobre el Censo. Literalmente, a última hora, estamos teniendo que reestructurar las actividades de alcance que les hemos estado sugiriendo a las organizaciones no lucrativas debido a una crisis de salud”, Rodriguez dijo.
Las cosas han sucedido tan rápidamente, y están cambiando a diario, que la comunidad de activistas todavía no ha podido crear una lista de “pautas útiles”, Winbourn dijo. “Estamos sugiriendo que se cancelen algunos eventos y se organicen bancos de llamadas, dependiendo del tipo. No visitaremos hogares hasta el 13 de mayo, así que tenemos tiempo”.
Cada década, surge toda una subcultura de colaboraciones entre organizaciones no lucrativas y agencias gubernamentales porque los resultados censales determinan la conformación y distribución del Congreso, enormes porciones de gastos federales en servicios sociales y de salud y un sinnúmero de planes comerciales y gubernamentales con base en datos demográficos.
Un conteo más completo “marca la diferencia en la representacion política, en los fondos locales para nuestras comunidades y en los planes que hacen las empresas y el gobierno federal, estatal y local. Afecta todos los aspectos de nuestras vidas diarias y la mayoría de la gente no se da cuenta de eso”, Kavanagh dijo.
La misma Oficina del Censo reconoce que hay disparidades raciales en a quién se cuenta menos y más, según señaló en este espacio el otoño pasado el escritor Scott Downes. “Hasta en el Censo de 2010, no se contó al 2.1 por ciento de los estadounidenses negros y al 1.5 por ciento de los hispanos, lo que significa que se excluyó a 1.5 millones de personas de color. … Porcentajes similares de personas no se contaron en el año 2000”.
Que no se cuente a todas las personas podría costarle a Colorado decenas de millones de dólares en fondos de Medicaid y apoyo para las clínicas de atención básica cada año, según dijo en 2019 el Instituto de Salud de Colorado en una carta abierta en el diario The Denver Post. En los 10 años que esperaremos para que llegue el Censo 2030, las pérdidas sumarían casi $250 millones.
Con más eventos públicos en Colorado cancelándose o posponiéndose cada hora, la comunidad dedicada al conteo censal está buscando herramientas nuevas.
“Hemos usado nuestra creatividad durante todo el proceso y ahora tendremos que usarla aún más”, Rodriguez dijo. “Es un desafío y estamos deseosos de enfrentarlo”.
Hasta ahora, no se ha hablado mucho de extender el conteo censal más allá de la fecha límite en julio. Kavanagh, de la HRCP, dijo que parte del enfoque se modificará para lanzar campañas en medios de comunicación tradicionales y las redes sociales para comunicarse con las personas de manera segura y recordarles que pueden obtener ayuda en línea o por teléfono para completar su formulario.
Kavanagh agregó que también es importante que los organizadores recuerden que las personas que no respondan al aviso inicial que reciban por correo en marzo terminarán recibiendo un formulario censal completo por correo.
Quienes más le preocupan son los inmigrantes recientes que por años han sufrido ataques políticos y que desconfían mucho de la mayoría de las personas del gobierno que los contactan. Por ejemplo, se habían planeado grandes esfuerzos para contactar en persona a la gente que vive en Denver y que solo habla español o vietnamita.
“Nuestros planes de alcance eran conectarnos con ellos en donde se reúnen”, Kavanagh dijo, “y ahora les están diciendo que no se reúnan”.
