Los estudiantes negros en escuelas primarias tienen mayor probabilidad de ser disciplinados por maestros que no se parecen a ellos, según un estudio publicado el 1º de noviembre.
Este nuevo estudio proveniente de Carolina del Norte es el primero en darle seguimiento individual a estudiantes durante varios años para evaluar los patrones de detención, suspensión y expulsión según el grupo racial al que pertenecen tanto los estudiantes como los maestros. La muestra utilizada para el estudio se limitó a estudiantes y maestros negros y blancos, y no evaluó a estudiantes de origen latino o de otros grupos raciales o étnicos.
El estudio encontró que los varones negros, en particular, tenían mucha menos probabilidad de ser disciplinados por maestros negros. Tener una maestra mujer negra disminuyó cerca del 15 por ciento la posibilidad de que los estudiantes varones negros se enfrentaran a la detención, suspensión o expulsión, y el efecto que tuvieron los maestros varones negros fue aún más notable, con un 18 por ciento.
Las niñas negras también tenían más probabilidad de ser disciplinadas por maestros blancos. En el caso de los estudiantes blancos, sus porcentajes de detención, suspensión y expulsión no se vieron afectados si sus maestros eran negros o blancos.
Los funcionarios dedicados a la educación en todo el país están reevaluando el impacto de los castigos que dan lugar a la expulsión de los estudiantes del salón. Los porcentajes altamente desiguales de suspensiones y expulsiones entre los niños de color, en particular, están creando preocupación de que las escuelas estén castigando a estos estudiantes y causando que tengan un contacto mayor con el sistema criminal de justicia al tratarlos duramente, y privándolos de oportunidades educativas y la seguridad relativa que existe en la escuela.
Entre las preocupaciones sobre esta trayectoria de la escuela a la prisión se encuentran sus efectos de doble filo en la salud; las personas con un nivel más alto de estudios suelen vivir más y ser más sanos, mientras que el encarcelamiento no es sano para las comunidades, las familias y los individuos.
El último estudio no contesta la pregunta de por qué puede ser menos probable que los maestros negros disciplinen a los estudiantes negros. ¿Es porque los estudiantes negros se portan mejor con los maestros negros o porque los maestros negros controlan mejor a sus salones? ¿O es porque los maestros blancos son menos tolerantes con sus estudiantes negros? Existe evidencia derivada de otros estudios de que la subjetividad implícita entre los maestros podría predisponerlos a percibir el comportamiento normal de los estudiantes de color como mal comportamiento, hasta entre estudiantes de nivel preescolar.
Sin embargo, sí presenta una solución potencial: Contratar y mantener a más maestros de color. En Colorado, como en el resto del país, hay una gran desigualdad entre la diversidad de los maestros y la de los estudiantes. Las personas de color constituyen solo el 12 por ciento de maestros en las escuelas públicas del estado, mientras que el 46 por ciento de los estudiantes no son blancos.
En las Escuelas Públicas de Denver, la proporción de estudiantes y maestros negros ha empeorado durante las últimas décadas, según un reportaje de Rocky Mountain PBS y Chalkbeat el año pasado, de 44 a 1 en 1970 a 51 a 1 en 2014. Pero esa proporción es aún mejor que en las Escuelas Públicas de Aurora, en donde tuvieron 97 estudiantes negros por cada maestro negro ese mismo año; y en las Escuelas Públicas del Condado de Jefferson, la proporción fue 85 a 1.
Rocky Mountain PBS encontró que varios factores contribuyeron a la disminución en el número de maestros negros en las escuelas de Colorado, incluyendo un aumento en otras opciones de trabajo para los profesionales de color, una escasez en el número de personas negras y latinas que se inscribieron a programas de capacitación para ser maestros y problemas con la retención de los maestros de color. Los maestros negros tuvieron una probabilidad ligeramente mayor de que las Escuelas Públicas de Denver los despidieran que los maestros de otros grupos raciales.
En todo el país, los maestros de color también tienen una probabilidad mayor de renunciar a la profesión. Un documento publicado en 2015 por el Instituto Albert Shanker, una fundación enfocada en la educación, encontró que los maestros de color tenían mayor probabilidad de estar trabajando en escuelas con altos índices de pobreza. Pero su análisis encontró que no es eso lo que está causando que renuncien; por lo contrario, los maestros de color frecuentemente culparon a “la falta de una voz colectiva en las decisiones educativas y la falta de autonomía profesional en el salón”.
La tragedia podría ser que los mismos prejuicios que están excluyendo a los estudiantes de color de sus salones también estén empujando a los maestros de color a dejar la profesión.
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