Falta de equipo de protección personal, salarios bajos y pocos días pagados por enfermedad significan que las personas que ofrecen cuidados de salud a domicilio están en una posición especialmente vulnerable de contraer COVID-19 y posiblemente contagiar a otros.
Cuando el coronavirus saboteó sus eventos usuales, un grupo en Sheridan, Colorado, cambió rápidamente de estrategia para cubrir las necesidades más urgentes de su comunidad.
Los funcionarios de salud se están enfocando en que los hospitales sean lugares más seguros para prevenir la mortalidad materno infantil entre personas de color. Mientras tanto, un pequeño número de padres evita totalmente ir al hospital.
En el pasado, a la gente de color en Denver se la excluía de la oportunidad para acumular riquezas a través de la compra de una vivienda. ¿Cuánto ha cambiado?
Una abogada en el Centro de Colorado sobre Leyes y Políticas explica por qué luchar contra la pobreza y el racismo es esencial para alcanzar la buena salud.