Cuando la guardería Little Sprouts Learning Center se inauguró en Granby, Colorado, hace cuatro años, la directora Jessica Driver se dio cuenta de que la mayoría de los padres solían depender de sus pediatras para monitorear si el desarrollo de sus hijos estaba a la par con el de otros niños de su edad.
Las familias “sentían que eso era probablemente suficiente”, Driver dijo. Pero los médicos, agregó, usualmente pasan “15 o 20 minutos con un niño y no notan inmediatamente un retraso”. Otras familias quizás asistan a un evento de evaluaciones infantiles en su escuela primaria local, pero esos eventos suelen atraer a familias con niños que están por empezar kindergarten y “omiten totalmente a ese grupo de niños desde recién nacidos hasta con cinco años”.
Esas son algunas de la razones por las que Grand Beginnings, una coalición no lucrativa dedicada a la primera infancia en el Condado de Grand (y exbeneficiaria de The Trust y ganadora de un premio), lanzó su Iniciativa Alcanzando Logros (Meeting Milestones Initiative). El objetivo de este esfuerzo es aumentar el uso de herramientas de evaluación entre las familias con ayuda de la tecnología y la participación de múltiples socios comunitarios.
La organización trabajó con Patient Tools, una compañía con sede en Littleton, para crear una aplicación basada en el cuestionario de edades y logros (ASQ-3, por sus siglas en inglés) que en realidad es una serie de 21 cuestionarios. Las preguntas buscan alertar a los padres sobre cualquier etapa importante en el desarrollo que sus hijos no estén alcanzando, como dar sus primeros pasos o decir adiós con la mano, entre los primeros meses de recién nacidos y hasta que cumplen cinco años y medio. La aplicación para evaluar el desarrollo actualmente está disponible en español, somalí e inglés; se planea traducirla a otros idiomas, dijo Katy Lois, coordinadora de sistemas de salud para Grand Beginnings.
“Estamos normalizando [la idea de] que las evaluaciones son algo que haces cuando tienes un hijo pequeño en tu familia”, Louis dijo.
Una herramienta “precisa y económica”
Según la Ley Educativa para Personas con Discapacidades, los estados deben proporcionar servicios de intervención temprana para niños menores de tres años identificados con discapacidades. Los distritos escolares proporcionan servicios de educación especial para los niños en edad preescolar.
El ASQ-3 es una de las múltiples herramientas de evaluación disponibles. Un informe publicado en 2017 por investigadores en la Universidad del Este de Nuevo México y la Universidad de Carolina del Este describió al ASQ-3 como una instrucción “precisa, económica y fácil de usar para que los padres evalúen y monitoree [el desarrollo] de niños en edad preescolar”. También mencionaron que además se ha recomendado su uso para detectar el autismo e implementar evaluaciones de seguimiento en bebés prematuros y con otros riesgos.
Pero las tasas de evaluación varían ampliamente entre uno y otro estado; a nivel nacional, solo se evaluó a cerca del 30% de los niños entre nueve y 35 meses de edad, según un informe publicado el otoño pasado en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense.
Los esfuerzos para aumentar las tasas de evaluación se están expandiendo a través del país a fin de abordar los problemas en el Desarrollo lo más pronto posible e idealmente prevenir que los niños tengan que recibir servicios de educación especial continuos y costosos en las escuelas. Entre estos esfuerzos figuran la iniciativa Birth to 5: Watch Me Thrive! del Departamento de Educación de EE. UU. y la campaña Aprenda los signos. Reaccione pronto de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, el cual también incluye una aplicación para monitorear los logros importantes en cada etapa del desarrollo.
Hace dos años, los investigadores canadienses Scott Veldhuizen y John Cairney señalaron el potencial que la tecnología tiene para mejorar el proceso de evaluación en el desarrollo infantil. La realidad virtual y los videos de niños pequeños grabados en teléfonos inteligentes son dos de los ejemplos que incluyeron en un artículo académico. Sin embargo, agregaron que quizás existan desafíos de confidencialidad y que esos métodos igual deben formar parte de un “protocolo evaluativo responsable y coherente”.
Los investigadores escribieron: “Los métodos que usamos hoy, los cuales dependen principalmente de textos y del juicio del evaluador, no corren peligro de ser obsoletos, pero solo utilizan parte de la información disponible”.
Un aumento marcado en las evaluaciones del ASQ-3
La tasa general de evaluación en Colorado es del 50.2 por ciento, según un estudio de datos de 2016, y es significativamente más alta que el promedio nacional del 30.4 por ciento. Pero con frecuencia es menos probable que los niños en áreas rurales reciban una evaluación, simplemente porque hay menos oportunidades, Driver dijo. Cuando Grand Beginnings obtuvo un punto de referencia, determinaron que solo se estaba evaluando al 34 por ciento de los niños pequeños en el condado.
Tradicionalmente, los profesionales (incluidos pediatras, quienes hacen visitas a domicilio, proveedores de servicios educativos durante la primera infancia y empleados en otras organizaciones comunitarias) distribuyen formularios con el ASQ-3 a padres para que los completen o les dan acceso a la versión digital de la herramienta. Los padres contestan las preguntas sobre lo que sus hijos pueden hacer, luego los profesionales califican el cuestionario y, de preferencia, recomiendan que los padres vean a otro proveedor para que obtengan más servicios de evaluación o intervención según se necesiten.
“Aprendimos que los padres son excelentes evaluadores de sus hijos”, dijo Jane Squires, una profesora de intervención temprana y educación especial en la Universidad de Oregón y una de las personas que desarrollaron el ASQ-3. “Es reconfortante y empoderante para ellos”.
Sin embargo, con el método tradicional se estaba omitiendo a cerca de dos tercios de los niños pequeños en el Condado de Grand. Con demasiada frecuencia a los padres que les dicen que sus hijos necesitan una evaluación adicional “no entienden cuál es el siguiente paso”, Squires dijo.
Además, el potencial de un error humano, como usar una herramienta evaluativa para el mes de edad equivocado o ingresar un resultado incorrecto, era mayor con el sistema actual. La aplicación reduce la posibilidad de cometer errores y mejora el proceso tradicional al derivar a las familias a proveedores en su área si se recomiendan servicios adicionales.
Pero la “llamativa tecnología”, según Lois la describe, es solo una parte de cómo la Iniciativa Alcanzando Logros cambió el proceso de evaluación, primero en el Condado de Grand y luego en el de su vecino, el Condado de Jackson. La colaboración necesaria para crear una guía comunitaria integral de servicios y proveedores es lo que dio lugar a un importante aumento en el porcentaje de niños evaluados en el Condado de Grand.
Desde 2010, profesionales de salud, proveedores de servicios infantiles y guarderías, padres, terapeutas y otros integrantes de la comunidad han estado trabajando juntos “para concebir un sistema en donde no se omitan a niños”, Lois dijo. Grand Beginnings recibió apoyo para sus esfuerzos con fondos de The Trust dedicados a la integración de la salud.
Desde que se desarrollara y promoviera la aplicación, el porcentaje de niños evaluados ha aumentado en por los menos un 79 por ciento, Lois dijo. Ahora la evaluación se implementa usando una iPad u otra computadora tipo tableta en consultorios de pediatras, centros de cuidados infantiles y otros programas que trabajan atendiendo a familias con hijos pequeños.
En el centro de Driver, donde cuidan a bebés y niños pequeños que ya caminan y en edad preescolar, las maestras encargadas hacen una evaluación con las familias cada año o con mayor frecuencia si reciben una señal de “observar y esperar” en ciertas áreas del desarrollo. Porque las familias pueden recibir servicios gratuitos de intervención temprana si se identifica un problema, con frecuencia “después de uno o dos años, ni cuenta te das de que el niño tuvo un retraso”, Driver dijo.
Debbie Relyea vive en Granby con sus cuatro hijos, cuyas edades varían entre los 10 meses y los 10 años. Relyea ha celebrado sus primeros pasos, sus primeras palabras y muchos otros momentos clave en el desarrollo temprano de sus niños. Pero nunca ha dependido solamente de su intuición de madre para calcular si sus hijos están progresando como deberían; Relyea aprovecha las evaluaciones durante los exámenes médicos de sus hijos y en los programas de cuidados infantiles a los que asisten.
“Es bueno saber que mis hijos se están desarrollando al ritmo que deberían”, Relyea dijo. “Me reconforta saber que si hay un problema podemos ayudar a nuestro hijo inmediatamente”.
Compartir datos importa en la colaboración
Aunque la aplicación de logros en el desarrollo infantil se ha personalizado para los condados de Grand y Jackson, existe el potencial para que cualquier comunidad “se siente y establezca su propio mapa”, Lois dijo. También remarcó que las conexiones con proveedores locales son una parte fundamental para aumentar el porcentaje de niños evaluados.
Alan Malik, fundador y presidente de Patient Tools, dijo que los esfuerzos para implementar la aplicación se están ampliando al Condado de Routt, al oeste de los condados de Jackson y Grand, al igual que a algunos condados en Minnesota y con el Departamento de Salud de Minnesota.
También existe el potencial de que los proveedores permitan que las familias tengan acceso a la aplicación en sus hogares. “Es una de las herramientas en nuestra caja de herramientas”, Lois dijo, pero agrega que todavía no es necesario dar ese paso porque se han logrado excelentes resultados llevando a cabo las evaluaciones en persona con los proveedores.
Los proveedores dicen que ahora, cuando las familias vienen a su cita médica, ya están pidiendo completar la evaluación. “Es una cosa pequeña”, Lois dijo, “pero grande”.