Una publicación de The Colorado Trust
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Natasha Fox de Grand Junction, Colorado, tuvo numerosos hogares temporales durante su infancia y adolescencia. Cuando tuvo que dejar el sistema de custodia temporal a los 18 años, dijo que pasó “de tener un hogar y todo a cero, a nada”. Fotografía de Barton Glasser / enviado especial de The Colorado Trust

Salud mental y del comportamiento

Salir del sistema de custodia temporal es una etapa difícil para los adultos jóvenes

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Natasha Fox tenía nueve años cuando ingresó al sistema de custodia temporal. Recuerda que su madre la abusara emocional, mental y físicamente desde kindergarten. Solía llegar a su escuela primaria en Michigan con hambre y moretones. Tres años después, cuando finalmente lograron ubicar a su padre biológico, él se la llevó a vivir con su familia en Colorado.

Fue un “shock cultural”, Fox dice. “No se dieron cuenta de todo lo que yo había pasado, e inmediatamente empecé a [portarme mal]”.

Seis meses después, a Fox la pusieron en el sistema de custodia temporal. Vivió en 20 lugares más o menos—hogares temporales, centros de tratamiento residencial, hogares grupales—hasta que cumplió 18 años, la edad en que una persona generalmente alcanza la mayoría de edad y ya no puede estar en el sistema de custodia temporal.

Fox era una buena estudiante y sabía que quería continuar sus estudios, pero su camino no era claro. Cuando llegó a high school, tuvo numerosas interacciones con las fuerzas de seguridad pública, principalmente por atacar al personal escolar cuando trataban de contenerla durante episodios en los que se enojaba. Uno de esos episodios resultó en que terminara frente a un juez que le dijo que tenía una oportunidad más de empezar a comportarse o la enviarían a un centro de detención juvenil por dos años.

Esas palabras del juez fueron la motivación que Fox necesitaba para volver a enfocarse en la escuela. Logró graduarse y entrar a la universidad. Pero Fox tuvo su primer hijo al poco tiempo de salir del sistema, y sus estudios pasaron a segundo plano. Ahora, con 37 años de edad y viviendo en Grand Junction, sus tres hijos son todos adolescentes y finalmente está alcanzando su meta inicial: en diciembre, se graduará con un título universitario en sociología de la Universidad de Colorado en Mesa (ya cuenta con un título asociado).

“Pasas de tener un hogar y todo a cero, a nada”, dice de dejar el sistema de custodia temporal. “Hubo algo de violencia doméstica. Realmente luchamos contra mucha pobreza. Hemos estado sin vivienda… no ser solo otra estadística es bastante significativo”.

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En Colorado, alrededor de 200 adultos jóvenes alcanzan la mayoría de edad y dejan el sistema de custodia temporal cada año. (Aproximadamente 5,100 forman parte del sistema cada año.) Muchos enfrentan dificultades durante ese punto de inflexión: a los 19 años, el 29 por ciento ha estado encarcelado y el 28 por ciento ha estado sin vivienda durante los dos años anteriores, según la Base de Datos Nacional sobre Jóvenes en Transición. Estas cifras son bastante peores que las tasas nacionales.

Solo el 30 por ciento de los niños en custodia temporal en Colorado se graduaron de high school en 2022, y alrededor del 61 por ciento de los jóvenes de 19 años que salieron del sistema en el estado obtuvieron su diploma de high school o equivalente. Como comparación, el 55.4 por ciento de los estudiantes que enfrentan la falta de vivienda se graduaron, mientras que la tasa de graduación en todo el estado es del 82.3 por ciento.

Estos resultados adversos tienen un costo de $309,614 y $343,453 por adolescente para los contribuyentes, según un reciente informe sobre los costos economicos de los jóvenes en custodia temporal realizado por el Common Sense Institute, un grupo independiente de investigaciones.

“Estamos cuidando a esta población de personas jóvenes—estamos haciéndolo por la parte de atrás, a través de los tribunales, a través [del sistema de] justicia juvenil, a través de costos de oportunidad que nunca [generarán ganancias]”, dice John Farnam, becario Morgridge de Bienestar Infantil 2023 y uno de los autores del informe.

En años recientes, se está reconociendo más que ampliar el acceso a servicios después de que los niños en custodia temporal cumplen los 18 años de edad—el día en que deben salir del sistema—puede cambiar algunos de estos resultados. Mientras que muchos adultos jóvenes se sienten listos para la independencia cuando alcanzan la mayoría de edad, eso no significa que estén preparados para la autosuficiencia. Eso es verdad para cualquier adolescente, pero en especial para jóvenes en custodia temporal cuyas vidas con frecuencia no han tenido estabilidad.

“Hay un sentimiento de seguridad que las familias les proporcionan a las personas jóvenes que, por estar involucradas con el sistema de bienestar infantil, la mayoría de nuestra gente joven realmente no tiene”, dice Trevor Williams, gerente de la unidad de servicios juveniles en el Departamento de Servicios Humanos de Colorado.

Mientras que Colorado no saca a las personas del sistema de servicios cuando cumplen 18 años—Williams dice que los apoyos financiados por el estado están disponibles hasta que cumplen 21—igual es una transición difícil.

“Tengo a hermanos [del sistema de custodia temporal] que conozco ahora que están entrando y saliendo de la cárcel o sin vivienda o durmiendo en lugares de gente”, dice Shaun Hall, quien estuvo en el sistema de custodia temporal en Indiana de los 15 a los 18 años y ahora forma parte de la organización sin fines de lucro All In Fostering Futures, la cual ayuda a jóvenes en custodia temporal para que encuentren hogares para toda la vida. “¿Cómo sucede esto? Todos estos niños están saliendo cada año, y básicamente no tienen nada… esa es la cosa más grande de dejar la custodia temporal es que ahora no tenemos a nadie”.

Hall y Fox forman parte de un creciente grupo de exparticipantes del sistema, agencias de bienestar y funcionarios del gobierno que desarrollaron más programas y recursos que apoyan a los jóvenes cuando hacen la transición más allá del sistema—ayuda que no estaba tan disponible cuando a ellos les tocó iniciar su etapa adulta.

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Dezmond Crawford conoce la vida con y sin una familia biológica. Lo pusieron en el sistema de custodia temporal a los 12 años y vivió en tres hogares grupales diferentes en el área metropolitana de Denver. Los recuerda como “caóticos”, una realidad que causó que se escapara varias veces.

“Ir ahí a los 12, probar lo que es vivir con tu familia, fue difícil para mí adaptarme”, dice Crawford, ahora de 29 años. “Después de un par de meses, me sentía cansado de no tener los recursos necesarios o el apoyo necesario, así que solo me escapaba”.

En su último hogar grupal, encontró un sistema de apoyo del cual todavía depende ahora. La persona a cargo lo ayudó a prepararse para los siguientes pasos después de salir del sistema y a inscribirse en el Colegio Comunitario de Denver.

Como Fox, Crawford hizo varios intentos antes de encontrar el balance. Durmió en los sofás de otros y en su automóvil por momentos.

“Ahora que pienso sobre esa época, fue una montaña rusa de no saber lo que estaba haciendo—haciendo todo lo mejor y cayéndome de cara una y otra vez”, dice. “Sin saber cómo manejar mi tiempo como un adulto. Cómo organizarme como un adulto. Cómo manejar mi dinero como un adulto. Cómo lidiar con cosas de la manera correcta”.

Crawford finalmente se graduó el verano pasado y tiene un trabajo estable en una compañía tecnológica en Denver. Un elemento clave en ese logro fue Bridging the Gap.

El programa, administrado por Mile High United Way, proporciona servicios integrales a jóvenes de 18 a 24 años de edad que están haciendo la transición para salir del sistema de custodia temporal (aunque a veces pueden usar los servicios por más tiempo). Crawford se conectó con el grupo por primera vez cuando tenía 21 años. Dice que el equipo ha sido su “sistema completo de apoyo”, y que lo ayudó a financiar sus estudios y encontrar vivienda y hasta a pagar por uno de sus depósitos de seguridad.

“Estos son los niños que, cuando su tiempo en el sistema de bienestar infantil acaba, no tienen nada”, dice Roweena Naidoo, quien supervisa Bridging the Gap y trabaja como vicepresidenta de iniciativas políticas y comunitarias en United Way.

El enfoque inicial del programa es encontrar vivienda segura y estable para los jóvenes, ya que muchos enfrentan la falta de vivienda (los participantes son derivados a Bridging the Gap a través de OneHome, el sistema coordinado de ingreso a la vivienda de Denver). Luego, los asignan a asesores que les enseñan habilidades de la vida diaria (por ejemplo, cómo mantener sus apartamentos limpios) y apoyan sus esfuerzos para alcanzar sus metas de autosuficiencia, desde educación hasta seguridad alimentaria y necesidades profesionales, y los conectan con apoyos para la salud mental. El programa sigue ofreciendo apoyo directo—y preparación para el futuro—siempre y cuando duren los cupones de vivienda de los participantes, pero los asesores siguen estando disponibles para quienes se gradúan del programa.

“Nuestro programa es un buen campo para el entrenamiento”, Naidoo dice. “Hasta para jóvenes que tuvieron un hogar estable con sus padres… no todos están preparados para lo que necesitan al irse de casa, pero sí tienen, esperamos, un padre a quien pueden acudir y tener como adulto confiable. Nos hemos convertido en eso para nuestra gente joven”.

El estado también se ha involucrado para proporcionar apoyo adicional y servicios extendidos en años recientes. En 2023, otros cupones de vivienda estuvieron disponibles para jóvenes en custodia temporal hasta los 26 años de edad. En 2022, Colorado creó el programa FosterEd. Cubre el costo total de la educación superior (incluidos libros y gastos de vivienda) para jóvenes en el sistema de custodia temporal en Colorado a partir de los 13 años de edad; no tiene un límite de edad máxima. Y en 2021, Colorado creó un programa voluntario de transición para jóvenes en custodia temporal que extiende la elegibilidad para algunos servicios de bienestar infantil, incluida la vivienda, hasta los 21 años y permite que los adultos jóvenes se salgan y regresen si se dan cuenta de que necesitan más apoyo.

Williams lo llamó “un enorme cambio de paradigma”.

“Quizás estamos moviendo la aguja hacia la dirección correcta”, dice, “y creando una mejor experiencia para la gente joven”.

A nivel nacional, ha surgido un esfuerzo reciente para prevenir que los niños terminen en custodia temporal, con una reducción del 9 por ciento de los niños en tales sistemas entre 2021 y 2023. La Ley federal la Familia Primero de Servicios de Prevención que se aprobó en 2018 proporcionó fondos adicionales para servicios preventivos, como programas para desarrollar las aptitudes de los padres en el hogar, servicios de orientación para parientes y servicios de prevención y tratamiento para la salud mental y el uso de sustancias.

A nivel local, una propuestas para establecer una “carta de derechos” para jóvenes en custodia temporal está esperando en la legislatura estatal. Mientras tanto, el equipo de Williams está evaluando un nuevo modelo llamado Pathways to Success que se basa en la “participación estilo asesor” para ayudar a los adultos jóvenes para que desarrollen habilidades de vida independiente y autopromoción.

No todos estos esfuerzos son nuevos. El gobierno federal creó el Programa de Unificación Familiar en 1990 para proporcionar cupones de vivienda a familias en riesgo de perder a un niño a los cuidados fuera del hogar. El programa también atiende a jóvenes de 18 a 24 años que alcanzan la mayoría de edad o ya la alcanzaron y deben dejar el sistema de custodia temporal pero no tienen vivienda o corren el riesgo de perder su vivienda. Más de 26,000 de estos cupones se distribuyeron por todo el país el año pasado. En diciembre, el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE. UU. (HUD, por sus siglas en inglés) anunció $10 millones más para el programa, incluidos $862,761 y 52 cupones adicionales para la Ciudad y el Condado de Denver. (El programa Bridging the Gap de Mile High United Way es uno de los programas que ayuda a administrar estos y otros cupones en la región metropolitana de Denver.)

Un programa hermano mucho más nuevo—Foster Youth to Independence—proporciona ayuda con la vivienda a jóvenes que han salido de custodia temporal (o pronto lo harán), tienen entre 18 y 24 años de edad, y no tienen vivienda o corren el riesgo de perder su vivienda. Los cupones tienen un límite de tres años, con una posible extensión de dos años.

“Como muchos de los programas federales de vivienda, tenemos más solicitudes que fondos”, dice Richard Monocchio, subsecretario principal en la Oficina de Vivienda Pública e India de HUD. “Una de cada cinco personas, hogares, familias que cumplen con los requisitos de ingresos para obtener vivienda la recibe”.

El aumento en los alquileres ha causado que el programa sea más costoso, pero la administración de Biden agregó 100,000 cupones a la cantidad de cupones para opciones de vivienda—la primera expansión en dos décadas. El secretario también está organizando varias reuniones entre HUD, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), las autoridades de vivienda y agencias de bienestar infantil por todo el país para aumentar la cantidad de personas que utilizan estos programas y ampliar su alcance para ayudar con educación, capacitación y empleo.

“Este es un grupo especialmente vulnerable de personas que estamos tratando de ayudar aquí”, Monocchio dice. “Necesitamos reunir todo lo que el gobierno y todo lo que el mundo sin fines de lucro pueda hacer [para abordar] este problema”.

El programa federal John H. Chafee para la transición exitosa a la adultez—el cual financia las agencias de bienestar infantil para que apoyen a los adultos jóvenes conforme avanzan más allá del sistema de custodia temporal—se creó en 1999. La iniciativa ofrece servicios en 54 condados y tribus de Colorado. Es un programa voluntario y abierto a personas jóvenes hasta que cumplen 23 años.

Lo que el estado ha hecho con todos estos esfuerzos, Williams dice, es “tomado lo que realmente era un acantilado muy empinado para la gran mayoría de nuestra gente joven, alrededor de los 18 [años] y medio, y continuado eso para que sea una continuación del apoyo hasta que cumplan 26 años si lo necesitan”.

Crawford enfrentó ese acantilado. Obtuvo ayuda del programa Chafee por 18 meses y luego tuvo más de un año cuando estuvo totalmente por su cuenta.

Los niños en familias tradicionales “logran fracasar y todavía tener un lugar de respaldo o un hogar de respaldo o apoyo cuando fracasan”, Crawford dice. “Cuando eres un niño en custodia temporal, sientes como que cada decisión que tomas tiene que ser la mejor decisión, o puedes terminar sin vivienda o en situaciones muy malas”.

Ocho años después de conectarse con Bridging the Gap, y ahora con dos hijos, Crawford finalmente está haciendo la transición para dejar el programa. Se siente nervioso pero preparado para triunfar, de una forma como no se sintió al salir del sistema de custodia temporal hace una década.

“Siento mucha humildad por todo lo que he logrado hacer y el lugar en el que me encuentro ahora”, dice. “Realmente siento que Bridging the Gap se merece mucho del reconocimiento porque han sido un apoyo constante… Siento que realmente estoy listo para continuar logrando grandes cosas y estar muy bien”.

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Una fría mañana a principios de diciembre, una sala de reuniones adentro de Walnut Creek Golf Preserve en Westminster suena llena de actividad. Las mesas se han juntado para formar una U, y alrededor de 20 personas conversan mientras desayunan huevos revueltos y papas, hasta que Lynn Johnson camina al centro de la sala.

La antigua subsecretaria de la Administración para Niños y Familias de HHS fundó el programa de All In Fostering Futures en 2021. Más de 113,000 niños en el sistema de custodia temporal alrededor del país están esperando que los adopten, y la organización trabaja para desarrollar una comunidad acogedora para quienes ya hicieron la transición para salir del sistema.

Un grupo de integrantes del programa viajaron a Washington, D.C. para compartir sus experiencias y promover que se eliminen los límites de edad para obtener servicios, entre otras necesidades. En esta reunión en Westminster, están tratando de imaginar cómo impulsar ese trabajo.

Natasha Fox se sienta cerca del centro del salón. Al hablar con ella el día de hoy, muestra una sonrisa fácil y una actitud abierta. La niña enojada que dice que era se siente muy lejos.

“Nunca desarrollé buenas habilidades para superar dificultades. Nunca aprendí realmente cómo cuidarme a mí misma o cómo calmarme”, dice. Esas son las aptitudes que quiere asegurar que otros jóvenes en custodia temporal aprendan. Junto con la organización sin fines de lucro Foster Alumni Mentors (FAM) en Grand Junction, Fox desarrolló el programa Level Up, un curso de ocho semanas para estudiantes de high school de 15 años de edad en adelante que siguen en custodia temporal para que puedan aprender cómo cuidarse a sí mismos, promover sus propios intereses, establecer metas y relaciones saludables y más.

Cuando Fox alcanzó la mayoría de edad y tuvo que salir del sistema, le dijeron que estaba demasiado mayor para uno y otro programa. FAM ofrece servicios a cualquier persona de 16 años de edad en adelante que ha estado en custodia temporal. Kimberly Raff, quien estuvo en custodia temporal en 1995, inició la organización sin fines de lucro, En 2015, cuando estaba trabajando en bienestar infantil, Raff se dio cuenta de que los niños estaban saliendo del sistema con recursos similares a los que ella tuvo acceso 20 años antes. Empezó a compartir su propia historia—la cual incluyó una madre adicta a sustancias, un padrastro abusivo y ser la primera de su familia en graduarse de la universidad—y encontró que estaba teniendo un impacto en sus clientes.

“No estaba siendo justa con los niños en el sistema de custodia temporal al no compartir mi historia”, Raff dice. “Hablamos sobre la ciencia y cómo se desarrolla el cerebro totalmente al llegar a los 25. Muchos de estos programas llegan a los 24 años. Bueno, [esa es la edad] cuando los niños en custodia temporal dicen: ‘Oh, m—da, necesito enderezar mi vida y no sé cómo hacer eso’, pero para entonces todos estos servicios ya no están [disponibles]”.

Lanzó FAM en 2017 para fomentar un sentido de comunidad entre jóvenes de 16 años en adelante que habían estado en el sistema de custodia temporal, con reuniones mensuales, servicios financieros y de vivienda y grupos como el de Fox.

“Nunca conocí a ningún otro alguien que hubiera estado en custodia temporal que fuera exitoso, que no fuera una estadística”, Fox dice. “[Los jóvenes en custodia temporal] necesitan ese [tipo de mentores]… All In y FAM son dos excelentes organizaciones que vienen juntas y dicen: ‘solo porque estás cumpliendo 18, eso no significa que estés solo”.

Traducido por Alejandra X. Castañeda

Daliah Singer

Escritora y editora independiente
Denver, Colo.

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