Una publicación de The Colorado Trust
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Arely Sanchez prepara pupusas en la cocina comercial de la Cocina Comunitaria Maná el 16 de oct. de 2024 en Durango, Colo. Fotografía de Corey Robinson / enviado especial de The Colorado Trust

Alimentos

Organizaciones enfocadas en la comida presionan para el acceso a servicios en las lenguas maternas de inmigrantes en Durango

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Arely Sanchez crea una tortilla de maíz con una forma redonda delicada, sus manos palmeando con un ritmo constante y practicado. Unta una mezcla de espinaca y queso sobre el círculo de masa, dobla la tortilla. y la pone en una parrilla caliente en la Cocina Comunitaria Maná en Durango. La pupusa inmediatamente empieza a asarse junto con una docena de otras.

Sanchez prepara varias pupusas, incluyendo de frijol y queso, calabaza y puerco—todas servidas con un acompañamiento de zanahoria, col, cebolla roja y chiles jalapeños al escabeche. La receta de las pupusas que prepara en Durango es la misma que usaba cuando preparaba el popular platillo en su país natal de El Salvador. Ahí, podía vender las pupusas en su casa.

“Es muy fácil”, Sanchez dijo de su antiguo negocio en El Salvador. Sanchez habló en español mediante la intérprete Lisa Rogers, quien proporciona servicios de idiomas a varias organizaciones sin fines de lucro en Durango. “No necesitas permisos ni certificaciones. No necesitas preocuparte de impuestos sobre la venta ni nada”.

Sin embargo, en su nueva comunidad, la historia es diferente. Aquí, Sanchez agregó, “necesitas seguir todas estas reglas y regulaciones”.

Arely Sanchez prepara la masa para sus pupusas en la cocina comercial de la Cocina Comunitaria Maná en Durango, Colo., el 16 de oct. de 2024. Fotografía de Corey Robinson / enviado especial de The Colorado Trust

El elemento clave para que Sanchez pudiera establecerse en el próspero entorno culinario de Durango es que eligió mudarse a una comunidad donde hay una amplia red de organizaciones sin fines de lucro enfocadas en la comida. Estas organizaciones recientemente modificaron su enfoque para proporcionar la cosa que Sanchez—y otros recientes inmigrantes en situaciones similares—dijeron que necesitan para mejorar los ingresos de sus familias y su calidad de vida: la justicia en el lenguaje. Ahora existe un esfuerzo coordinado para crear espacios donde todos puedan comunicarse y participar sin obstáculos por el idioma.

Rachel Landis, directora ejecutiva de (una beneficiaria de The Colorado Trust) en el Condado de La Plata, dijo que las organizaciones sin fines de lucro tradicionalmente se enfocaban en proporcionar servicios directos a los residentes necesitados, como al abrir más despensas comunitarias,  ampliar sus horarios de atención y asegurar que las repisas en esos lugares estuvieran abastecidas con alimentos culturalmente apropiados.

En 2020, The Good Food Collective formó la Coalición por la Equidad Alimentaria en La Plata, una iniciativa diseñada para abordar la inseguridad alimentaria de otra forma. (La coalición fue una beneficiaria de The Colorado Trust.) La alianza incluye a personas que toman decisiones en agencias de salud y servicios humanos, organizaciones sin fines de lucro, negocios, entidades gubernamentales e integrantes de la comunidad. La coalición cambia el guion sobre los métodos estándares para ofrecer apoyo con el acceso a los alimentos y les da a los integrantes de la comunidad un espacio en la mesa. Y así fue como la justicia en el lenguaje se convirtió en una prioridad.

Landis dijo que modificar el enfoque del grupo surgió de conversaciones con las comunidades donde ofrecían servicios. En reuniones organizadas durante el verano de 2020, la coalición empezó esas conversaciones con una pregunta fundamental: ¿Qué necesitan tu familia y hogar para tener acceso a comida que respalde su bienestar?

Lo que surgió, Landis dijo, “fueron temas sobre el poder y la pertenencia, y uno de los mecanismos claves para el poder y la pertenencia es el idioma”.

Landis dijo que los asistentes señalaron que les costaba registrarse para el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) porque no podían leer los formularios. Otros no podían participar en las reuniones de los Comisionados del Consejo del Condado de La Plata porque las agendas y el diálogo solo eran en inglés.

El momento fue transformador para Landis. “Para mí, fue un momento existencial para la coalición”, dijo.

La coalición empezó a trabajar en varias iniciativas para fortalecer el ecosistema de asistencia con el idioma en la comunidad. Proporcionó intérpretes para acompañar a los recién llegados mientras buscaban mejores viviendas o empleos, y trabajó con gobiernos y negocios locales de tal forma que los hispanohablantes monolingües se sintieran bienvenidos y respaldados.

Tommy Crosby, un integrante de la coalición y el gerente de oportunidades económicas para la Ciudad de Durango, dijo que un futuro restaurantero necesita completar exitosamente 70 pasos diferentes—incluyendo procesos sobre el manejo seguro de los alimentos, permisos de planificación de la ciudad, inspecciones del departamento de bomberos, licencias comerciales y de licor de la ciudad, registrarse con las autoridades fiscales y más—antes de recibir los permisos necesarios para abrir su negocio a clientes.

Crosby es un integrante del Grupo de Trabajo para Negocios de Comida de la coalición, el cual promueve la oportunidad financiera en la industria gastronómica para inmigrantes, personas de color y otros grupos históricamente subatendidos. Ha aceptado totalmente el desafío de promover la equidad en el idioma. El grupo apoya el trabajo de la primera “facilitadora bilingüe para negocios de comida” en la comunidad, Priscila Newbold, quien ayudó a guiar a 24 empresarios como Sanchez para que lanzaran sus negocios solo el año pasado.

Un factor clave para el éxito del grupo fue recibir un subsidio de la Red de Ciudades con Empresas Inclusivas de la Liga Nacional de Ciudades. Específicamente, Crosby dijo, la ciudad se enfocó en una de las vías del subsidio, el “acelerador de ecosistemas”.

El Grupo de Trabajo para Negocios de Comida se convirtió en la “rueda central” de todos los esfuerzos empresariales, y socios (por ejemplo, agencias de la ciudad, el departamento de salud, el departamento de bomberos, el centro para desarrollar empresas pequeñas y organizaciones filantrópicas) se convirtieron en los “rayos”.

Arely Sanchez posa para una fotografía el 16 de oct. de 2024 en la cocina comercial de la Cocina Comunitaria Maná en Durango, Colo. Fotografía de Corey Robinson / enviado especial de The Colorado Trust

El primer año de trabajo “se concentró en asegurar que tuviéramos las organizaciones correctas para apoyar a los empresarios y negocios en la mesa. … Nos reuníamos, aprendíamos sobre las reglas de cada uno, hacíamos muchas preguntas”, Crosby dijo. “Intentamos nivelar el campo de juego y hacer que el método para las empresas de comida fuera inherentemente más equitativo”.

Crosby dijo que un ejemplo perfecto del impacto del Grupo de Trabajo para Negocios de Comida es que las partes involucradas han aprendido “el arte de la transferencia con presentación”. Por ejemplo, en lugar de darle a un empresario el número de teléfono o la dirección electrónica de la siguiente agencia que debe contactar, las personas toman la iniciativa y proporcionan una presentación personal y un resumen del trabajo realizado hasta la fecha. La ciudad, Crosby dijo, ha desarrollado un sistema para ayudar a prevenir que la gente se pierda y para ayudar a los dueños de negocios nacientes para que se sientan bienvenidos y respaldados.

Desde su perspectiva, Sanchez comparó el saludo de la comunidad con un abrazo de recursos.

“Siento que la manera como la comunidad está organizada aquí, no te hace sentir sola—te hace sentir bienvenida”, dijo. Sanchez recibió el último permiso para lanzar su negocio a finales de octubre. La Pupusería Torogoz (nombrada en honor al pájaro nacional de El Salvador) abrió justo a tiempo para los últimos dos mercados de granjeros de la temporada.

Sanchez y su esposo, José Luis Castro Serrano, trabajaron en San Salvador, la capital de El Salvador, durante 20 años en un banco en puestos ejecutivos que apoyaron su estilo de vida de clase media. Sin embargo, Sanchez dijo que la pareja sintió que iban a poder proporcionarles mejores oportunidades a sus hijos si se mudaban a Estados Unidos.

“Fue un sacrificio que yo y mi esposo hicimos porque queríamos que nuestros niños tuvieran mejores vidas”, dijo. La pareja tiene cuatro hijos, dos varones y dos niñas.

Durante tres años después de mudarse a Estados Unidos, los exejecutivos bancarios limpiaron habitaciones en el Hospital Mercy de Durango. Por varios años seguidos, Sanchez sirvió el platillo nacional de El Salvador el 4 de Julio—la celebración más estadounidense de todas—en eventos organizados a poca distancia en Bayfield.

El platillo, dijo, era popular. “Te pones muy feliz y realmente aprecias cuando las personas [están] disfrutando tu comida… y empecé a ver que estaba bastante segura de poder convertir esto en un negocio”.

¿Pero por dónde empezar? ¿Y cómo?

Un día a principios de 2024, Castro Serrano estaba vendiendo tamales en una nevera afuera de la tienda Family Dollar cuando una persona que pasó le mencionó los servicios disponibles en la Cocina Comunitaria Maná (también beneficiaria de The Colorado Trust). Estos servicios incluían programas para ayudar a empresarios a convertir sus negocios relacionados con la comida de ideas a realidad. La Cocina Comunitaria Maná, una organización sin fines de lucro, y su cocina comercial compartida figuran entre los “rayos” de la “rueda central” del Grupo de Trabajo para Negocios de Comida.

La Cocina Comunitaria Maná ofrece capacitación laboral para trabajadores de restaurantes y un proceso para quienes quieran iniciar un negocio gastronómico. Esto incluye un curso intensivo de un mes y un programa de seis semanas para ayudar a empresarios para que inicien la organización de su negocio. Maná ofrece sus cocinas sin costo para aquellos que necesiten un lugar donde probar sus recetas y practicar su producción de comida en un espacio profesional.

“Imaginate no hablar inglés y tratar de descifrar todos estos pasos”, dijo Megan Feuerbacher, gerenta culinaria en la Cocina Comunitaria Maná. “Por eso es muy importante para nosotros en la coalición asegurar que les estemos dando apoyo a estas personas. [Que] no les estemos dando una limosna y diciendo: ‘buena suerte’”.

Además de la Pupusería Torogoz este año, los esfuerzos de la Cocina Comunitaria Maná también graduaron dos gastronetas, Tacos La Carranza y Taquería La Costa, dando como resultado negocios en operación.

El esfuerzo integral de The Good Food Collective se extiende para también ayudar con las necesidades del lenguaje en la búsqueda de vivienda y empleo. Recientemente, la intérprete Rogers acompañó a Sandra Ortiz, originaria de Colombia, mientras proporcionaba los comprobantes de pago necesarios para completar su solicitud para un nuevo apartamento en Three Springs, un vecindario al este del centro de Durango.

La intérprete Lisa Rogers de la Cocina Comunitaria Maná ayuda a la residente de Durango Sandra Ortiz el 24 de sept. de 2024 para que platique sobre su solicitud de vivienda con Priscilla Clovis, quien gestiona la oficina de alquileres en el complejo de apartamentos Confluence at Three Springs en Durango, Colo. Fotografía de Corey Robinson / enviado especial de The Colorado Trust

Rogers es una persona exuberante y reconocida en la comunidad que proporciona servicios de idiomas para The Good Food Collective, se desempeña como coordinadora bilingüe en la Cocina Comunitaria Maná, y lidera un grupo llamado “Construyendo Poder” que ayuda con apoyo y capacitación a personas que solo hablan español e inmigrantes. (Rogers no es la única intérprete. Landis dijo que la coalición ha proporcionado capacitación profesional a 38 intérpretes.)

En la oficina de alquileres de Three Springs, Rogers ayudó a Ortiz a orientarse por los detalles de su solicitud para alquilar un apartamento. El nuevo apartamento permitirá que Ortiz ahorre $700 mensuales en alquiler, lo cual le permitirá tener más dinero para comprar mejor comida y ayudar con los gastos de su hija mientras inicia sus estudios en la Universidad Estatal Metropolitana en Denver.  Ortiz y su esposo, Milton, quien había trabajado como un agente federal de control de drogas, se fueron de Colombia debido a amenazas contra la seguridad de su familia. La pareja ha estado trabajando en una compañía de limpieza comercial para poder cubrir sus gastos en Durango.

“Trabajamos mucho, y quizás estemos ganando dinero, pero la vida, todo lo que necesitas pagar aquí en Durango, es muy costoso”, dijo Sandra Ortiz en español. “Hay muchos gastos que cubrir, totalmente. Así que sí, un par de veces, tuvimos que ir al mercado de comida de Maná”

Organizaciones como The Good Food Collective y la Coalición por la Equidad Alimentaria en el Condado de La Plata, dijo, “son muy importantes para todos los que vienen aquí porque todas las personas que se mudan de otro país no tienen nada, y no son nadie. Es como si fueran recién nacidos”.

Yaneth Reyes siente algo parecido. Reyes se mudó a Estados Unidos de Honduras en el verano de 2024 para buscar trabajo. Comparte una casa móvil con otra persona en el centro de Durango y paga $400 mensuales en alquiler. Inmediatamente encontró trabajo limpiando de medio tiempo en un hotel local, pero estaba en camino a las oficinas de In The Weeds (un grupo que promueve estilos de vida más sanos entre personas que trabajan en restaurantes) para obtener información sobre empleos disponibles en la industria restaurantera y quizás un puesto de tiempo completo a través del tablero de anuncios laborales de la organización.

Reyes dijo que siente optimismo sobre su futuro en Estados Unidos gracias a la ayuda de Rogers, y que espera ganar suficiente dinero como para preparar mejores comidas y evitar comprar comida rápida.

“Me siento segura porque sé que voy a encontrar algo”, Reyes dijo, “y porque esta persona [Rogers] sabe lo que está haciendo”. Reyes dijo que sus metas son encontrar primero una vivienda estable y luego “quizás un trabajo que pueda mantener para siempre”.

Lisa Rogers, una intérprete con la Cocina Comunitaria Maná, habla sobre oportunidades laborales el 24 de sept. de 2024 con Heleny Zacamolpa de la organización sin fines de lucro In the Weeds en Durango, Colo. Fotografía de Corey Robinson / enviado especial de The Colorado Trust

The Good Food Collective ha trabajado para mejorar la disponibilidad de interpretación bilingüe en reuniones públicas, tanto en el Concejo Municipal de Durango como en el Consejo de Comisionados del Condado de La Plata. En agosto, integrantes hispanohablantes de la comunidad asistieron a una reunión de la comisión del condado y usaron los servicios de interpretación.

Abogaron a favor de que los comisionados incluyeran una pregunta en la boleta electoral que reasigne el 70 por ciento de los impuestos por hospedaje en el condado de actividades de publicidad turística a vivienda asequible y servicios de guardería. El 5 de noviembre, más del 69 por ciento de los votantes en el Condado de La Plata aprobaron esa propuesta.

Landis dijo que se están observando mejoras en el ecosistema de seguridad alimentaria en el Condado de La Plata. Las solicitudes para los programa de SNAP y WIC (Mujeres, Infantes y Niños) ahora están disponibles en múltiples idiomas. Esas oficinas cuentan con alguien a quien pueden llamar para que ayude a interpretar. Los carteles son bilingües. Se está ofreciendo la opción de traducir los sitios web.

La labor para mejorar los ingresos familiares en general ayuda a reducir la carga en todos los servicios del condado, dijo Marsha Porter-Norton, una comisionada en el Condado de La Plata. De los 56,000 residentes en el condado, el 29 por ciento están inscritos en Health First Colorado, el programa estatal de Medicaid (un porcentaje ligeramente más alto que el 25 por ciento de los coloradenses que reciben servicios de Medicaid).

“Cuando hablo sobre esto, no recibo nada más que aplausos”, Porter-Norton dijo. “Y siempre digo: ‘gracias, pero no solo fueron los comisionados que hicieron esto’”. Alabó el liderazgo de Landis.

Según un informe del Distrito de Desarrollo Económico de la Región 9 en el Sudoeste de Colorado, el 44 por ciento de la fuerza laboral en el condado se dedica a la industria del servicio. Mientras que ese sector forma la base principal de la fuerza laboral local, los trabajadores ganan ingresos anuales promedio de $23,000—menos de la mitad del salario anual promedio en el condado, según ese mismo informe.

Numerosos integrantes de la comunidad latina trabajan en la industria del servicio en el área de Durango, “y son quienes están permitiendo que esta bella vida que a la gente le encanta [exista]”, Landis dijo.

“Somos esta comunidad”, Landis dijo, “y este país siempre ha sido un lugar de inmigración y asimilación y donde nos unimos, y desde una perspectiva de una sociedad que funciona, estos son nuestros ciudadanos, estos son nuestros niños. ¿Cómo no vamos a invertir en su futuro?”

Traducido por Alejandra X. Castañeda

Mark Stevens

Escritor independiente
Mancos, Colo.

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