Un reciente estudio de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) analizó datos censales a nivel bloque e índices de insuficiencia cardíaca entre personas blancas y afroamericanas de mediana edad. El estudio encontró que la insuficiencia cardíaca es más prevalente en vecindarios con mayores concentraciones de pobreza, en comparación con vecindarios donde los niveles de ingresos son mixtos.
Esto significa que, el comportamiento de una persona, su genética o situación socioeconómica no son lo único que determinan sus riesgos de salud. Los “factores a nivel vecindario”, incluidos los recursos educativos, medioambientales, de atención médica y ocupacionales, también desempeñan un papel significativo.
“Sabemos con base en estudios anteriores que la gente con un nivel menor de ingresos, y la gente con un nivel menor de estudios, corre un mayor riesgo de sufrir insuficiencia cardiaca y otras enfermedades del corazón”, dijo Elvis Akwo, MD, MS, autor del estudio y becario de investigaciones en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt.
Lo que el nuevo estudio sugiere, explicó, es que “si vives en un vecindario en donde enfrentas todos estos factores adversos en tu situación socioeconómica, entonces no importa tu nivel de ingresos, porque corres un mayor riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca”.
Uno de los siguientes objetivos del estudio de Akwo y sus colegas es expandir los resultados más allá de la insuficiencia cardíaca, la cual él considera un agente para la conexión entre los vecindarios con altos índices de pobreza y la salud en general. “Eso creará evidencia más sólida de que, para mejorar la salud humana, debemos entender lo que está pasando a nivel vecindario”, explicó.
Eventualmente, a Akwo le gustaría que este trabajo produzca iniciativas para reducir la insuficiencia cardíaca y otras enfermedades. Eso podría significar que se distribuya más dinero a instalaciones que reciben fondos públicos para mejorar servicios, hacer cambios políticos a nivel estatal y federal, implementar campañas de salud como los programas para dejar de fumar, o cualquier combinación de iniciativas.
Shanae Gutierrez, una especialista en educación de la salud con el Centro de Educación para la Salud en el Área del Sudeste de Colorado en Pueblo, se crio en el vecindario East Side de la ciudad y los resultados no le causan sorpresa.
En East Side, cerca del 33 por ciento de las personas viven en la pobreza, según datos del Censo, en comparación con el 25 por ciento de Pueblo en general y el 11 por ciento en todo el estado. El transporte público es deficiente, hay pocas opciones de supermercados y no hay muchas oportunidades laborales cercanas.
“El [efecto] en la insuficiencia cardíaca de tan solo el estrés es muy alto”, Gutierrez dijo, y menciona los factores que comúnmente causan estrés: Las personas quizás no estén haciendo ejercicio, o no dejan que sus hijos jueguen o vayan caminando al parque, porque no se sienten seguras estando afuera; muchos abuelos están criando a sus nietos.
Gutierrez ahora vive en otra parte de Pueblo, y sacó a su madre anciana del vecindario de East Side porque Gutierrez no sentía que estuviera segura ahí. Pero Gutierrez sigue sintiendo una conexión y está involucrada con el vecindario, en donde asiste a reuniones comunitarias.
“Quiero algo mejor para mi comunidad en donde me crié y de donde vengo. Hay muchos de nosotros que estamos regresando y asistiendo a estas reuniones, tratando de mejorarla y trabajar como voluntarios”, dijo.
“Aunque sentí que tenía que sacar a mi mamá del vecindario, nunca abandonaré a la comunidad de la que vengo”.