Una publicación de The Colorado Trust
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Una banda musical toca en el escenario Elk durante el Festival de Bluegrass de Telluride el 20 de junio de 2024, en Telluride, Colo. Fotografía de Hugh Carey, The Colorado Sun (usada con permiso)

Alimentos

En Telluride y otros centros turísticos, las sobras de los festivales se convierten en “comida que eleva”

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El Festival anual de Cine de Telluride es un evento ostentoso que se organiza durante un fin de semana largo, con celebridades internacionales, múltiples fiestas y comidas suntuosas.

Las festividades ocurren como contrapunto a la despensa de alimentos Angel Baskets de Telluride, donde trabajadores, adultos mayores y familias necesitadas eligen alimentos gratis todos los jueves por la tarde.

Durante varios años, los apetitos gourmet de un costoso centro turístico y las necesidades de personas locales que enfrentan desafíos para cubrir sus necesidades se han estado cruzando cada vez más. Muchos de los festivales recurrentes de Telluride se han convertido en contribuyentes importantes de Angel Baskets con donaciones de alimentos sobrantes de venderos de comida y banquetes preparados por chefs.

Después del Festival de Cine de Telluride más reciente, el cual usualmente se realiza el primer fin de semana de septiembre, dos chefs le ofrecieron a Angel Baskets 950 libras de comida preparada para patrocinadores del festival de cine. Las provisiones incluyeron quesos para tablas de embutidos, hamburguesas de origen vegetal, pechugas de pollo, yerbas frescas, samosas sabrosas y contenedores con curry verde.

Barb Gross, fundadora y directora de Angel Baskets, dijo que los alimentos sobrantes del festival de cine fueron muy bien recibidos. Dijo que los clientes hispanohablantes, quienes representan alrededor del 40 por ciento de los clientes de Angel Baskets, disfrutaron en particular el curry picante y las samosas.

“La gente estaba absolutamente feliz con la comida”, Gross dijo.

Dos semanas más tarde, Angel Baskets recibió 2,545 libras de comida del festival de música Blues & Brews de Telluride. La donación incluyó tortillas, hummus, una montaña de lechuguillas para ensalada y 33 libras de salchicha y pepperoni.

Angel Baskets con frecuencia comparte el exceso de los festivales con despensas asociadas de alimentos en Norwood y el oeste del Condado de Montrose.

Sue Ellen Rodwick, directora del Centro de Distribución en la Ladera Occidental del Food Bank of the Rockies, dijo que las suntuosas provisiones de los festivales hacen que Angel Baskets en Telluride se destaque entre las despensas alimentarias, mejor conocidas por ofrecer alimentos más básicos.

Telluride organiza casi 20 festivales anuales, así que tiene el potencial de distribuir más alimentos de festivales que otros poblados. Algunos de le eventos de Telluride son relativamente pequeños, como el Festival de Yoga de Telluride y el Festival Plein Air (donde se pinta al aire libre). Las celebraciones más grandes, como Blues & Brews y el Festival de Bluegrass, cada uno llena el pueblo con alrededor de 15,000 visitantes.

Además de entretenerse, los visitantes deben alimentarse. Chefs y proveedores reciben información sobre la cantidad de personas para preparar comida, pero también deben calcular la cantidad de comida que los participantes comerán. Esos cálculos quizás no sean muy acertados debido a programas rivales, situaciones con el clima o los caprichos del apetito. Esas diferencias han resultado en un beneficio para Angel Baskets y los integrantes de la comunidad que enfrentan inseguridad alimentaria.

“Esperamos poder aprender de Telluride”, Rodwick dijo sobre los poblados que organizan eventos grandes con servicio de comida en lugares donde los costos de los alimentos son más altos que el promedio.

Algunos otros poblados ya están aprovechando los alimentos sobrantes de eventos grandes. Harvest for Hunger en el Valle de Roaring Fork ha estado rescatando y distribuyendo comida sobrante del FOOD & WINE Classic y el Festival de Ideas de Aspen durante los dos últimos años. Gray “CQ” Warr, fundador de Harvest for Hunger, dijo que estas donaciones de comida han incluido sorpresas—como cuando la despensa recibió 40 cajas con tinta de calamar. También ha traído plataformas de jugos frescos, una abundancia de mariscos congelados, montañas de galletas saladas, litros de café elaborado en frío y un camión lleno de helado gourmet.

Como las donaciones en Telluride, las donaciones de los festivales en el Valle de Roaring Fork con frecuencia son demasiado grandes para la pequeña despensa de Harvest for Hunger, ubicada en un cuarto en el ayuntamiento de Snowmass Village. Algunos de los alimentos rescatados de eventos grandes se transportan en camión a la bodega de la despensa de alimentos LiftUp en Carbondale, donde se dividen y distribuyen entre despensas en poblados ubicados alrededor del valle.

“A todos les emociona mucho recibir alimentos de alta categoría”, dijo Warr, señalando que la mayoría de los alimentos rescatados de supermercados, hoteles, distribuidores de comida y fabricantes son alimentos que están a punto de caducar. La comida de los festivales, en cambio, “es superfresca”.

Rodwick dijo que estas donaciones de comida se aceptan con los brazos abiertos pero no es tan fácil como rescatar alimentos convencionales. “Tienes que tener chefs dispuestos o programas culinarios para hacer esto, y puede ser un montón de trabajo adicional”, dijo.

Las despensas debe estar preparadas para aceptar mucha más comida de la que necesitan. Por eso, en gran parte, el Food Bank of the Rockies en la Ladera Occidental no acepta directamente comida rescatada de festivales. El banco de alimentos intentó asociarse con el Festival de Bluegrass en 2019, pero hubo tanta comida sobrante que tuvo que trasladarla en camiones a la bodega de Grand Junction, a casi tres horas de distancia.

Rodwick dijo que poder hacer lo que Angel Baskets y Harvest for Hunger hacen con los festivales también requiere un gran número de voluntarios enfocados en pasar a buscar la comida y cumplir con las pautas de conservación segura de los alimentos. Por ejemplo, las despensas no pueden aceptar comida preparada si ya estuvo expuesta en mesas o filas para bufet. La comida debe haber permanecido en refrigeradores o congeladores en los eventos.

En el caso de las samosas y el curry, Gross dijo que esa comida no estuvo en mesas para que los participantes se sirvieran. Los chefs simplemente habían preparado comida para más participantes de los que asistieron, así que mucha comida se mantuvo en neveras.

Los centros turísticos ubicados a lo largo de I-70 cuentan con un sistema singular para rescatar comida que ha encontrado una manera de aceptar alimentos preparados. CAFE Food Rescue, en Breckenridge, pasa a buscar sobras de convenciones grandes organizadas en hoteles de Vail. El café puede aceptar los alimentos preparados porque cuenta con una cocina comercial donde se pueden guardar y dividir en porciones más pequeñas bandejas para bufet con pasta y queso o lasaña. La comida de CAFE Food Rescue luego se comparte con despesas en el Condado de Summit.

Quienes operan las despensas de alimentos dicen que sus clientes en centros turísticos han aprendido a esperar los alimentos más suntuosos cuando los festivales terminan. Es entonces que pueden agregar bolas de mozzarella fresca, pesto, panes elaborados, chiles picantes en frascos, semillas de granada y más a sus víveres usuales.

Gross dijo que un camión lleno de papas fritas estilo waffle que se donaron a Angel Baskets este verano probablemente fueron el producto más popular entre los clientes este año. Eso fue algo bueno—había tantas bolsas de papas fritas que llenaron los congeladores de la despensa y algunas tuvieron que guardarse en la cocina de una escuela cercana y en los congeladores de algunos de los hogares de los 100 voluntarios de Angel Baskets.

La idea de donar comida de los festivales surgió en Telluride hace casi una década cuando voluntarios con un programa medioambiental, EcoAction Partners, empezaron a buscar formas de eliminar los desperdicios en pueblos montañosos con espacio limitado para basurales. Como parte de sus programas medioambientales y sostenibles, EcoAction Partners empezó a trabajar con festivales para obligar a que los desechos orgánicos se transformaran en composta.

El rescate de la comida de los festivales de Telluride empezó con Gross simplemente pasando a buscar comida en su vehículo del Festival de Cine de Telluride gracias a conexiones verbales con los chefs. Las donaciones más organizadas de comida empezaron con el Festival de Bluegrass.

La llegada masiva de participantes produjo una gran cantidad de desperdicios, como platos y cubiertos de plástico, contenedores de Styrofoam y comida desechada. Planet Bluegrass, el organizador del festival, y EcoAction Partners decidieron reducir los desperdicios a través del reciclaje, la composta y el rescate de comida.

Se contrataron a voluntarios para mostrarles a los asistentes del festival cómo distribuir y poner sus desechos en los contenedores apropiados. El fundador de EcoAction Tyler Simmons agregó el componente adicional de rescatar comida cuando se dio cuenta de que era mutualmente beneficioso tanto para la despensa de alimentos como para el festival, porque los proveedores de comida ya no tendrían que encargarse de tirar la comida no usada.

“Me sorprendió que no lo hubieran hecho antes. Fue una victoria para todos”, Simmons dijo. “Los proveedores de comida a veces piden mucho más [de lo necesario] y agradecen que podamos llevarnos [la comida]”.

Gross dijo que los alimentos donados en Telluride ahora también provienen de conferencias y fiestas. Muchos chefs que preparan la comida de esos eventos saben que pueden comunicarse con Angel Baskets para que acepte los alimentos sobrantes.

Angel Baskets también atrae algunas donaciones inusuales de alimentos en cantidades mucho más pequeñas. Un cliente de la despensa hornea tartas todas las semanas que se cortan y distribuyen. Un voluntario dona con regularidad cajas con salsa para espagueti. Un simpatizante de Angel Baskets que recientemente murió especificó que toda la comida en su congelador se donara a la despensa después de su muerte. Eso significó abundante pollo congelado, burritos y comidas saludables en porciones individuales.

Como EcoAction Partners, Angel Baskets hace lo que puede para reducir los desperdicios cuando recibe más donaciones de las que puede administrar. Ahora es una despensa “cero desperdicio”—lo que no se puede donar a otras despensas se distribuye entre gallinas, cabras, caballos y cerdos criados en las mesetas afuera de Telluride.

Simmons, quien también es cliente de Angel Baskets y anima a sus amigos para que vayan ahí cuando lo necesiten, dijo que el rescate de comida tiene que ver con evitar que los desechos terminen en basurales y con alimentar a la gente necesitada. Él ha pasado más de una década reciclando y recuperando desde aparatos electrónicos hasta papel de negocios y festivales. Sin embargo, dijo que el rescate de comida es “es el [rescate] más tangible de desperdicios que hago”.

Warr de Harvest for Hunger está de acuerdo.

“Hay comida que mantiene”, dijo de las provisiones básicas enlatadas y en caja que todas las despensas de alimentos ofrecen. “Pero la comida de los festivales es de primera. Es fresca. Es comida que eleva”.

Traducido por Alejandra X. Castañeda

Nancy Lofholm

Periodista independiente
Grand Junction, Colo.

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