Una publicación de The Colorado Trust
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Nuevos estudios muestran que cuando las personas consideran el costo de recibir atención médica, este va más allá del costo directo por ver a un proveedor, pagar por los medicamentos recetados y hacerse pruebas de laboratorio o algún otro procedimiento; también incluye los costos relacionados con el transporte, las horas de trabajo perdido y otras variables. Fotografía de Rawpixel / iStock por Getty Images

Cuidados de salud

El costo real de la atención médica

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Me crie con cupones para alimentos, por eso sé lo que significa pasar hambre. También trabajé ayudando a adultos mayores a completar sus solicitudes para inscribirse en el programa de cupones para alimentos. En estas reuniones, tuve la oportunidad de conectarme con las personas y aprender sobre sus familias, sus vidas y lo que les preocupa sobre su salud.

La mayoría de las personas que conocí vivían con ingresos mensuales fijos, los cuales tenían que administrar cuidadosamente para pagar por su comida, su vivienda y sus medicamentos; los medicamentos era de particular importancia ya que muchas de las personas padecían de una o más enfermedades crónicas. Entre las personas mayores en nuestro país, cerca del  80 por ciento tienen por lo menos una enfermedad crónica y el 77 por ciento tienen por lo menos dos. No es de sorprenderse que los pacientes con enfermedades crónicas tengan necesidades alimenticias muy específicas y complejas; sin embargo, para las personas con bajos ingresos, esto con mayor frecuencia resulta en forzarlas a decidir entre sus necesidades inmediatas y su salud. Según el informe Hunger in America 2014, publicado por la organización nacional de asistencia alimentaria Feeding America, el 66 por ciento de los hogares con inseguridad alimentaria que recibieron ayuda a través de Feeding America tenían que decidir entre comprar alimentos o recibir atención médica, porque no podían pagar por ambas cosas. Eso significa que la atención médica cuesto mucho más de lo que pensamos.

Una reciente serie de estudios, uno de los cuales se realizó en Colorado, examinó con mayor profundidad cómo se está hablando, o no, sobre el costo de los cuidados en entornos donde se proporcionan servicios de salud. Una y otra vez, se encontró que cuando los pacientes piensan en el costo de la atención médica, este va más allá del costo directo por ver a un proveedor, pagar por los medicamentos recetados y hacerse pruebas de laboratorio o algún otro procedimiento. Los pacientes consideran el costo de los cuidados como aquel que incluye una serie de costos adicionales “ocultos”.

Primero, la atención médica incluye costos indirectos, como el transporte al hospital o la clínica, el salario perdido por tomarse horas libres en el trabajo y los costos por el cuidado de los hijos cuando los padres están en una cita. Estos son costos que pagan directamente los pacientes y se asocian con el acceso a los cuidados de salud, aunque no se paguen directamente al sistema de salud. El sistema de salud tiene la capacidad de reducir estos costos indirectos si desarrolla opciones de atención que requieran menos visitas, utilicen servicios de telesalud y otras opciones afuera de las instalaciones, ofrezcan ayuda con el transporte y conecten a los pacientes con recursos comunitarios.

Segundo, existen costos rivales, como pagar las cuentas, los alimentos y la vivienda. Estos costos obligan a los pacientes a tomar decisiones como: ¿Vemos al doctor o pagamos la cuenta de la luz? ¿Vamos a recoger el medicamento a la farmacia o pagamos el alquiler? El sistema de salud puede ayudar a minimizar estas decisiones imposibles al asistir a los pacientes para que prioricen los elementos en su tratamiento y al modificar las opciones disponibles para reducir costos.

Todo esto requiere que los proveedores tengan más conversaciones con sus pacientes sobre el costo de la atención, lo cual es algo que tanto los pacientes como los proveedores quieren, según estudios. (Por fortuna, como parte de estos estudios, los pacientes desarrollaron un gran número de recursos para respaldar esas conversaciones.) Los estudios también muestran por qué es importante que el sistema de salud abogue a favor de normas que reduzcan los costos indirectos y rivales que los pacientes deben pagar. Entre estas normas se incluyen los salarios justos, los días libres pagados, el transporte público y otros factores que apoyen a las personas trabajadoras en Colorado.

Muchas de las personas enfrentan dificultades para balancear las demandas de tiempo y recursos financieros; esto hace que el costo real de la atención médica sea mucho más alto que lo que la mayoría de los proveedores y legisladores piensan que es. Para asegurar que tengamos un sistema de salud que funcione para todos los habitantes en el estado, necesitamos cambiar la forma como pensamos sobre los costos de la atención médica y como el sistema de salud responde a las necesidades del paciente.

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