Una publicación de The Colorado Trust
English Menu

Barcos dragón compiten en Sloan’s Lake en Denver durante el Festival de Barcos Dragón de Colorado el sábado, 22 de julio. Fotografía de Joe Mahoney / enviado especial de The Colorado Trust

Personas y lugares

Cómo el Festival de Barcos Dragón de Colorado sobrevivió la pandemia de COVID-19

Read in English

Una ráfaga de viento y nubes amenazantes apresuraron la última carrera del Festival de Barcos Dragón de Colorado, realizado en Sloan’s Lake en Denver el fin de semana pasado.

Se llamaron a los barcos para que salieran del agua antes que los tres equipos en la delantera pudieran remar su última eliminatoria en la carrera competitiva de 200 metros de los barcos de Hong Kong el domingo, 23 de julio. Los organizadores de la carrera usaron los tiempos alcanzados en las eliminatorias anteriores para calcular al ganador de la medalla de oro de los competidores de primera divisón: LBT, un equipo afiliado al Templo Budista Lao de Denver.

Un día antes, los Dragones Voladores habían tomado la delantera contra sus contrincantes en los dramáticos segundos finales para ganar la carrera de 400 metros.

Integrantes del equipo del barco dragón del Templo Budista Lao bailan pasando por delante de la banda en el escenario de la ceremonia de apertura del festival el 22 de julio. Fotografía de Joe Mahoney / enviado especial de The Colorado Trust

Por supuesto, la mayoría de las decenas de miles de coloradenses que asistieron al festival estaban ahí para comer dumplings, pho y katsu; beber té de boba, bebidas con piña y jugo de caña de azúcar; y para competir por un pedazo de sombra bajo el sol caliente mientras disfrutaban observando bailes hawaianos, camboyanos y chinos, y demostraciones de kung fu y karate.

Hay muchas razones para recomendar las carreras de barcos dragón como un deporte para espectadores, o una diversión anual. La mayoría de los equipos que compitieron eran recreativos, cada uno con una persona recostada encima de la cabeza de un dragón al frente del barco para atrapar banderillas en la meta, y obtener la victoria.

El equipo del barco dragón de CoBank atrapa la banderilla en la meta final. Fotografía de Joe Mahoney / enviado especial de The Colorado Trust

Este fue el segundo año que el festival se ha realizado nuevamente en persona desde que COVID-19 cerrara el festival en 2020 y 2021. Esos desafíos pudieron haber hundido el festival al privarlo dos años seguidos de su fuente principal de ingresos.

En lugar de eso, el festival gratis ha surgido más fuerte todavía.

Este año, según la directora del festival Sara Moore, asistieron por lo menos 80 artistas, 27 vendedores y 40 equipos de barcos dragón. Los cálculos sugieren que la cantidad de asistentes alcanzó un número récord de entre 200,000 a 250,000 personas, más de las que asistieron este año al festival de barcos dragón en Hong Kong, o a los dos conciertos de Taylor Swift en Denver el fin de semana anterior.

El triunfante regreso del festival es un testimonio de las comunidades que ha ayudado a fortalecer y mantener, según líderes locales. También refleja la fortaleza de la comunidad asiático-americana en Colorado, la cual sufrió algunos de los golpes más duros durante los primeros meses de la pandemia.

“Durante la pandemia, nuestra comunidad atravesó por mucho”, dice Fran Campbell, quien lidera la Cámara de Comercio Asiática en Denver. “Los negocios asiáticos perdieron el 50 por ciento de sus clientes, sin mencionar el vandalismo y los asaltos”.

Los crímenes de odio contra los asiáticos aumentaron, tanto a nivel nacional como en Colorado, debido a la retórica tóxica del entonces presidente Donald Trump y de sus aliados, quienes difamaron a China y a las personas chinas por la propagación del virus.

“Quizás el lado bueno de la pandemia fue que hizo que nuestra comunidad se uniera más y nos dio una voz unida más fuerte, y el festival de los barcos dragón definitivamente es una marca continua de eso”, Campbell dice.

Un baile de dragones inaugura el festival. Fotografía de Joe Mahoney / enviado especial de The Colorado Trust

La comunidad asiático-americana en Colorado es pequeña pero está creciendo rápidamente. En 2000, justo antes que el primer festival de barcos dragón se organizara en Denver, había 130,932 coloradenses que se identificaban como asiático-americanos, nativos de Hawái o de las islas del Pacífico (AANHPI, por sus siglas en inglés), o cerca del 3 por ciento de la población en total, según datos censales. Para 2020, había 310,498 coloradenses AANHPI, o el 5.3 por ciento de la población.

Annie Guo VanDan, quien lidera la Red de Cultura y Educación Asiática de Colorado, dice que le gusta ver que el festival crezca desde su primer evento con alrededor de 16,000 asistentes en 2001. VanDan estaba en high school en ese entonces y ayudó a dirigir el tráfico.

“Creo que significa mucho para muchas personas en las comunidades asiático-americanas, nativas de Hawái y de las islas del Pacífico, especialmente para personas que nos criamos aquí y que no nos veíamos reflejadas en muchos espacios en Colorado”, VanDan dice. “Fue la primera vez que vi que la gente se reuniera en un espacio [para] celebrar la idea de la navegación en barcos dragón”.

Harry Budisidharta, quien dirige el Centro de Desarrollo Pacífico-asiático en Aurora (un exbeneficiario de The Colorado Trust), dice que el festival es tanto un símbolo de la creciente fortaleza de la comunidad en Colorado como una causa de ella.

“Tener un festival tan grande y visible le demuestra a la comunidad que este es un estado acogedor, que apoyamos a la comunidad y que hay aliados y recursos”, dice.

Una pequeña participante explora la cabeza de un dragón. Fotografía de Joe Mahoney / enviado especial de The Colorado Trust

Durante los primeros días de la pandemia, VanDan dice, la importancia de salvar el festival se hizo obvia inmediamente para muchos de los líderes de la comunidad asiático-americana en Denver. Y, paradójicamente, COVID-19 proporcionó una oportunidad para que la gente que se había beneficiado del festival contribuyera a él.

“De repente, la comunidad AAPI estaba recibiendo más subsidios y fondos para realizar nuestro trabajo”, VanDan dice. “Las fundaciones estaban diciendo: ‘Vemos esta cosa horrible que le está pasando a la comunidad asiática. Aquí hay fondos para detener el odio [contra] los asiáticos’”.

Junto con el trabajo que realizaron con departamentos de policía y grupos comunitarios para combatir los crímenes de odio, organizaciones como el Centro de Desarrollo Pacífico-asiático observaron la necesidad de enfocar su atención río arriba, y proteger las fuentes de fortaleza y unidad de la comunidad—incluido el festival de barcos dragón. El Centro de Desarrollo Pacífico-asiático compartió parte de sus fondos con el festival, esencialmente proporcionando una cuerda salvavidas. Moore asumió un papel de liderazgo en eventos de reunión virtuales, y publicitó vacunas, información médica, subsidios para pequeñas empresas y una línea telefónica para reportar crímenes de odio.

“Intentamos hacer todo lo posible para asegurar la protección de nuestra comunidad”, Moore dice.

La directora del festival Sara Moore. Fotografía de Joe Mahoney / enviado especial de The Colorado Trust

Al mismo tiempo que el festival de barcos dragón estaba recibiendo una mano amiga en momentos difíciles, estaba proporcionando otra.

Ryan Loewinsohn se mudó al Condado de Adams en 2020, con la esperanza de empezar una familia con su esposa. En lugar de eso, su matrimonio se derrumbó y se encontró totalmente aislado durante una crisis global. No conocía a nadie. No podía deshacerse del sentimiento de que no pertenecía.

Su terapeuta le sugirió que probara la navegación en barcos dragón. Parecía una solución poco probable. Loewinsohn había remado mucho en canoa antes en California. Pero Colorado, para mencionar lo obvio, está rodeado de tierra, sin un lago ni un río grande.

“Fue sorprendente enterarme de que hay un deporte acuático aquí”, Loewinsohn dice.

Sin embargo, Loewinsohn empezó a trabajar como voluntario junto con Moore en el Festival de Barcos Dragón de Colorado. Cuando le preguntó a Moore sobre unirse al equipo de un barco dragón, Moore sugirió el Nichi-Bei-Go, un equipo afiliado a la Sociedad América Japón de Colorado.

“Saliendo de la pandemia, estaba buscando un lugar donde pudieran encontrar un sentido de comunidad, camaradería, crecimiento”, Loewinsohn dice. “De algo que estaba tratando de enterrarnos en aislamiento, el barco dragón fue exactamente lo opuesto: cálido, acogedor, alentador”.

Loewinsohn quedó prendado. Empezó a aprender más sobre el deporte, viajando a competencias y campamentos para entrenar en otros estados y trabajando con su equipo para ponerse más fuertes. Este año, Nichi-Bei-Go compitió en una división competitiva por primera vez.

Ryan Loewinsohn celebra con sus compañeros después de una carrera. Fotografía de Joe Mahoney / enviado especial de The Colorado Trust

Jeff Dang tambien da crédito a los barcos dragón por ayudarlo a sobrevivir COVID-19, de manera más literal.

Dang ha estado compitiendo y entrenando a otros desde la universidad, cuando descubrió la navegación en barcos dragón como estudiante en la Universidad de Colorado en Denver. En 2017, confundó la Alianza de Barcos Dragón de Colorado, una organización que proporciona oportunidades de entrenamiento a equipos locales.

A solo un par de semanas antes que la vacuna contra el coronavirus saliera al mercado en 2021, Dang se enfermó gravemente de COVID-19. Lo entubaron y estuvo en coma por dos semanas.  Cuando despertó, no podía caminar. Sus médicos le dijeron que había perdido dos tercios de su masa muscular.

“Pensé que sería una papa por el resto de mi vida”, Dang dice. Pero la comunidad de barcos dragón estuvo ahí por él. Personas que conocía bien y otros que casi no conocía llegaron a verlo con montones de comida y apoyo.

“Imaginarme a mí mismo entrenando a otros otra vez fue lo que me ayudó a superarlo—saber que no había terminado de hacer el deporte”, dice. “El aspecto de comunidad y familia de todo eso me ayudó a salir adelante tras mucha obscuridad”.

Dang dice que ahora es más fuerte que antes de COVID-19. En 2022, fundó un nuevo equipo llamado, RPT, las siglas en inglés de Pensamiento Positivo Incansable.

Jeff Dang, en el centro, dirige al equipo RPT durante una porra antes de las carreras del sábado. Fotografía de Joe Mahoney / enviado especial de The Colorado Trust

Todos esos pensamientos positivos parecen haber dado resultado el domingo. RPT ganó el bronce en la primera división en la carrera de 200 metros, superando por poco a Nichi-Bei-Go en una final de fotografía durante una eliminatoria clave.

Los barcos dragón han existido por siglos como parte de celebraciones populares en China para conmemorar a un poeta virtuoso que vivió hace más de 2,000 años. Pero su forma moderna de competir fue más o menos inventada por la Junta de Turismo de Hong Kong a finales de los años 1970, según la Federación Internacional de Barcos Dragón. Los barcos de Hong Kong son impulsados por 20 personas, quienes reman al mismo ritmo que un tamborista a la cabeza del dragón y con otra persona que conduce en la cola.

El deporte se ha popularizado mucho desde entonces. Ahora existen equipos en 60 países. La navegación en barcos dragón hizo su primera aparición como un evento de demostración en las olimpiadas de verano en Tokio en 2020, un posible primer paso para convertirse en un deporte olímpico y paralímpico.

Para bastantes de los atletas que practican la navegación en barcos dragón, es el deporte mismo que causa que sigan haciéndolo.

“Soy de naturaleza muy competitiva”, dice Michael Boyd, quien primero creó un equipo de barco dragón como una manera de recaudar fondos en 2003. “Por 20 años, hice taekwondo. Pero llegas a cierto punto cuando ya no puedes patear muy alto. [En un barco dragón], hay personas que siguen compitiendo en sus 90. Lo puedes hacer a nivel competitivo por años”.

En 2007, Boyd trajo barcos a Denver para que los equipos pudieran practicar antes del evento. Antes de eso, la mayoría de los equipos eran muy casuales, generalmente dando una vuelta en el lago en barcos prestados un día o dos antes del festival. Bastantes de los equipos corporativos que reman en los barcos que atrapan banderillas en el festival siguen usando un método casual para entrenar, pero otros equipos entrenan todo el año para las competencias de primera división. Este año, el festival trajo nuevos barcos de Hong Kong para los equipos competitivos.

Boyd compitió en la división de 60 años de edad o más en el campeonato mundial de barcos dragón en Tailandia en 2019. También dirige el equipo Dragones Fantasma, el cual ganó tercer lugar en la primera división en la carrera de 400 metros del sábado.

Para Freddie Tsao, quien capitanea el equipo Agua Libre, la conexión del deporte con la cultura asiática es secundaria a sus otros atributos. A él le gusta lo inclusivo que es: está abierto para personas de cualquier género, cualquier edad, casi cualquier nivel de habilidad. (Algunos de los equipos más competitivos de Denver compiten para Adaptive Adventures, en barcos que se modifican para diversas discapacidades.) Y el aspecto comunitario es importante; Agua Libre está afiliado a la Escuela de Idiomas de Denver, donde sus hijos estudian.

“Esto es más deporte en equipo que el fútbol [americano]”, dice Tsao, quien jugó fútbol americano universitario en Texas A&M. “Todos están haciendo lo mismo. No hay ninguna persona que sobresalga. Todos están en primer plano. Fracasas y triunfas con todos haciendo la misma cosa”.

Freddie Tsao a la popa del barco de Agua Libre durante la carrera de 400 metros. Fotografía de Joe Mahoney / enviado especial de The Colorado Trust

El aspecto deportivo de los barcos dragón ocasionalmente ha estado en conflicto con la misión del festival de reunir a las comunidades asiático-americanas. Algunos de los atletas que practican el deporte no asistieron al festival este año porque estaban compitiendo en un campeonato nacional en Sarasota, Florida. A Boyd a veces le frustra que los organizadores no consideren realizar el festival en una época cuando haya menos conflictos, y un calor menos brutal.

Pero adherirse a su intención original también ha hecho que el festival esté abierto a mucha gente solo ligeramente familiarizada con o interesada en los barcos dragón. “Realmente hay algo para todos”, VanDan dice.

El sábado, los asistentes incluyeron un grupo de coloradenses, la mayoría de Corea del Sur y China, que habían sido adoptados por familias blancas en su infancia. Se reúnen cada mes para eventos, comida y películas de la cultura asiática.

“Como adulta, estoy empezando a recuperar mi cultura y mi identidad”, dice Midnite Townsend, una integrante del grupo. Ver a tantas personas que se parecen a ella, especialmente como parte de un grupo de personas adoptadas con experiencias similares a las de ella, significa mucho. “Hay muchas organizaciones asiáticas que no conocía. Fue realmente lindo ver que hay [pequeños grupos] de nosotros en la comunidad”.

Está pensando en organizar más reuniones con otros grupos asiático-americanos locales, o en aprender danzas tradicionales. El Intercountry Adoptees of Colorado hasta bromeó que iban a formar un equipo de barco dragón.

Hot Bamboo vende bollos con caras adorables. Fotografía de Joe Mahoney / enviado especial de The Colorado Trust

Pasé el festival en una serie de toldos calurosos al borde del lago, tratando de mantenerme fresca entre una y otra carrera con cerca de tres docenas de personas más: mis compañeros de equipo.

Me uní a Agua Libre en abril, básicamente como una forma atractiva de hacer un poco de ejercicio. Además, nací en Hong Kong, y la idea de subirme a un barco dragón ofrecía un fuerte sentimiento de orgullo por mi ciudad natal. Al término del fin de semana, me sentí llena de orgullo por Denver.

Estaré aquí otra vez el próximo año. Pero antes de eso, necesito perfeccionar mi técnica y hacerme más fuerte. Reiniciaremos los entrenamientos en un par de semanas.

El equipo de la autora. ¡Vamos, Agua! Fotografía de Joe Mahoney / enviado especial de The Colorado Trust

Kristin Jones

Escritora y editora independiente
Denver, Colo.

Ve todas las historias escritas por Kristin

Quizás también te interese esto

Suscríbete para recibir por correo electrónico nuestras historias originales.

Close