Una publicación de The Colorado Trust
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Tim Dellett, un clínico de respuesta conjunta que trabaja para la ciudad de Alamosa, en el campamento permitido de St. Benedict el 21 de agosto de 2023. Fotografías de John McEvoy / enviado especial de The Colorado Trust

Salud mental y del comportamiento

El equipo de respuesta conjunta que trabaja para mejorar vidas en el Valle de San Luis

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St. Benedict es un campamento permitido en Alamosa, una ciudad de alrededor de 10,000 habitantes en el Valle de San Luis en Colorado. Un día cualquiera, hay cerca de 50 personas que enfrentan la falta de vivienda y se quedan en el sitio. Además de vivienda asequible y estable, muchos de ellos necesitan atención para la salud mental, tratamiento con el uso de sustancias y otra ayuda.

Para ayudar mejor a las personas con necesidades de salud mental y del comportamiento (y no depender solamente de la policía para que proporcione ese apoyo), la ciudad lanzó un programa de respuesta conjunta en 2022 con ayuda de fondos estatales. Los programas de respuesta conjunta usualmente combinan a profesionales clínicos y agentes de seguridad pública para que respondan a llamadas relacionadas con la salud del comportamiento. Comunidades rurales como Alamosa han empezado a adoptar ese tipo de métodos en años recientes.

Alamosa ahora también es una de cuatro comunidades en Colorado que están participando en una iniciativa piloto del programa de Desvío Asistido de las Agencias de Seguridad, recibiendo fondos anuales para intentar “mejorar la salud pública y acabar con el ciclo de la reincidencia”. Después de un arresto, en lugar de una trayectoria tradicional por el sistema de justicia, a una persona la pueden derivar a un gerente de caso para tratar de abordar sus necesidades, como proporcionarle vivienda asequible o inscribirla en un tratamiento por uso de sustancias.

Heather Sanchez, la administradora de la Ciudad de Alamosa, dice que ambos programas fueron un cambio significativo para la agencia local de seguridad pública.

“Los agentes de la policía no siempre conocen el lenguaje de la salud del comportamiento, y la persona en cuestión puede rebotar entre diferentes servicios y que la situación no se resuelva apropiadamente”, Sanchez dice. “Hemos empezado a considerar esos componentes de salud mental como una necesidad importante en la comunidad, y el jefe de la policía fue muy proactivo para evaluar eso”.

Tim Dellett fue el primer profesional clínico de respuesta conjunta en Alamosa cuando lo contrataron en agosto de 2022. A su colega Connie Brydges la contrataron el siguiente año.

“Cuando decidimos crear el programa de respuesta conjunta, sabíamos que necesitábamos encontrar a la persona correcta”, Sanchez dice. “Existe una cierta personalidad que encaje con el departamento de policía y, a la vez, también ser un profesional de salud mental y poder interactuar con una amplia variedad de personas”.

Es difícil identificar y contratar a profesionales de salud mental, especialmente en zonas rurales. Sanchez dice que las contrataciones de Dellett y Brydges fueron como un “relámpago en una botella”.

El equipo de respuesta conjunta y otros me dejaron acompañarlos durante sus visitas a St. Benedict a finales de 2023 y principios de 2024. Por muchos meses, el equipo realizó visitas casi a diario a St. Benedict, ya que las necesidades entrecruzadas de las personas que se quedan ahí son significativas; además de una falta de vivienda asequible, muchos estudios han encontrado una relación entre la mala salud mental y el riesgo de estar o convertirse en una persona sin hogar. Sin embargo, debido a la generalizada necesidad de apoyo para la salud mental en el área, su labor ahora los está llevando cada más lejos, y cada vez menos al campamento de St. Benedict.

Todas las personas entrevistas y fotografiadas que aparecen a continuación aceptaron compartir sus historias.

* * *

La hija de Eric Kohlmetz murió en marzo de 2022 de una sobredosis por drogas. Kohlmetz sintió que tenía que hacer algo para escapar y dejar de pensar en eso.

“Compré una propiedad en el Condado de Costilla después de que la gente me dijera que 10 acres eran baratos”, Kohlmetz dice. “Me estaba preguntando, sabes, ¿cuál es [la dificultad escondida]? Bueno, [la dificultad] es que es más fácil construir una casa en la luna”.

Kohlmetz encontró obstáculos con el costo y las regulaciones relacionadas con el sistema de la cisterna en la propiedad y el sistema séptico, y tuvo que venderla. Todavía sueña con construir su propio hogar.

“Mi objetivo es crear una compañía que haga renovaciones o gestione propiedades y tener una clínica de opioides y nombrarla en honor a mi hija para que pueda tener un poco del legado que le robaron”, dice.

Durante su estadía en St. Benedict, Kohlmetz ha empezado a asistir a las reuniones del concejo municipal, a leer los códigos municipales y abogar a favor de mejores condiciones en el campamento. (Por ejemplo, anteriormente no había espacios designados para estacionarse en St. Benedict, pero la ciudad desde entonces agregó algunos.) Kohlmetz también trató de ayudar a otros residentes del campamento para que encontraran trabajo y con frecuencia distribuye anuncios laborales impresos del centro local de preparación laboral.

Los sonidos de una mujer llorando adentro de una tienda de campaña en St. Benedict impulsa a Dellett y Brydges a acercarse y preguntarle con cautela si está bien. Un hombre sale de la tienda de campaña, visiblemente consternado, y explica que su pareja tiene un lente de contacto atorado abajo del párpado y no puede sacarlo. Brydges ofrece ir a la farmacia y conseguirle una solución para enjuagarse el ojo, y la mujer acepta.

Tim Dellett obtuvo una maestría en consejería de la Universidad Estatal de Adams y ha trabajado en organizaciones sin fines de lucro en Alamosa desde 1998.

Además de abordar necesidades ahí mismo cuando es posible, los profesionales de respuesta conjunta también ofrecen consejo sobre dónde las personas pueden solicitar asistencia para obtener un mejor refugio, ropa, comida, atención médica, tratamiento por abuso de sustancias y empleo. Sin embargo, Dellett dice que los habitantes de St. Benedict no siempre aceptan su ayuda ni recursos.

“La parte más desafiante es que claramente existe mucha necesidad de servicios que podemos proporcionar para ayudar a las personas”, dice. “Pensarías que la gente solo se pondría en fila, pero ese no es el caso—mucha gente está atorada en la adicción”.

Connie Brydges cuenta con una maestría en salud mental comunitaria. Trabajó en los Servicios de Crisis de Alamosa por tres año, luego se mudó a Trinidad para trabajar como trabajadora social, consejera y supervisora en puestos de intervención e instalaciones correccionales, y después regresó al Valle de San Luis. También enseña clases de psicología y sociología en el Colegio Estatal de Trinidad.

“Como que encaja con mi sistema de creencias”, Brydges dice sobre el papel de respuesta conjunta. “Creo mucho en tratar a las personas y no filtrar a las personas en cárceles y prisiones y tratar de ayudarlas a obtener tratamiento para la salud mental y el uso de sustancias”.

La presencia regular de Dellett y Brydges en St. Benedict se nota y aprecia. “Creo que son muy amables y muy serviciales”, dice Heather Ray, una de las personas que se está quedando en el campamento. “Pero algunos de nosotros aquí pensamos que son como Testigos de Jehová, la manera como vienen todo el tiempo a checarnos”.

“Más como las Niñas Exploradoras que venden galletas”, Brydges bromea.

A Karen Smith la diagnosticaron con esclerosis múltiple cuando tenía 20 años de edad. Ahora tiene 47.

“No tomo ningún medicamento porque, al principio, me daba malestares y causaba que se exacerbara”, Smith dice. “Olvídate de eso. No lo voy a hacer”.

Los tres baños portátiles en St. Benedict están ubicados a como 100 yardas de donde Smith se había estado quedando en una cabaña semipermanente. Depende de su sillas de ruedas para moverse.

“La gente sabe quién soy y son muy serviciales cuando lo necesito”, Smith dice.

Brydges (izq.) ayuda a Smith a llegar a su silla de ruedas un día de otoño en 2023. Smith se mudó recientemente a un centro cercano de vivienda asistida. Brydges fue a visitar a Smith ahí; “Karen estaba sonriendo como nunca y viendo el canal de Hallmark”, Brydges dice.

Encontrar un espacio para Smith en el centro de vivienda asistida tardó bastante. “Eso ha sido todo un esfuerzo comunitario trabajando para lograr eso porque es difícil”, Brydges dice. “Las personas que parecen necesitarla más con frecuencia son para las cuales es más difícil encontrar ayuda”.

Mario Linares es un agente de libertad condicional con el Departamento de Policía de Alamosa. Da sus rondas por St. Benedict para asegurar que a los perros los tengan con correa, la basura se esté sacando, y las personas se traten con cortesía.

“Principalmente, son las fogatas al aire libre con las que tenemos que lidiar, y luego toda la basura que tienen y edificios que están construyendo, los cuales no se permiten porque no es un lugar permanente. Es un lugar temporal para ellos para tratar de que se recuperen y salgan de aquí”, dice.

Las reglas están publicadas en un gran cartel en el campamento de St. Benedict.

Una personas que vive en St. Benedict se enjuaga en la canilla que sirve como la fuente de agua para el campamento. Los tres baños portátiles adyacentes incluyen un inodoro para varones, un inodoro para mujeres y una ducha de agua fría de la manguera que cuelga del techo.

Al escuchar que una mujer llama repetidamente a alguien mientras dan vueltas en St. Benedict, Brydges y Dellett encuentran a Melinda DeHerrera buscando a su amiga que pensó que vivía en el campamento. DeHerrera dice que ella está viviendo en su camioneta y buscando trabajo. Dice que había usado heroína en el pasado pero no lo ha hecho por semanas. Brydges le da su tarjeta con información de contacto y le dice que la llame cuando pueda y que ellos tratarán de encontrar ayuda para ella.

“Tenemos que abordar todos estos problemas desde muchos ángulos diferentes, y eso es lo que el programa de respuesta conjunta hace”, Dellett dice. “No somos [de la policía]. Estamos enfocados en que las personas obtengan tratamiento, ayudarlas a avanzar de maneras positivas y ayudarlas a calmar las cosas”.

Además de tiendas de campaña, el campamento de St. Benedict anteriormente incluyó cabañas (fotografiadas) diseñadas para ofrecer vivienda transicional. (Smith vivió en una antes de irse a vivir al centro de vivienda asistida.) Sin embargo, en abril de 2024, la ciudad destruyó las estructuras. Había habido numerosas quejas de acoso, intimidación y represalias entre los habitantes del campamento relacionadas con quién tenía el derecho de quedarse en una cabaña.

Dellett conversa con William Mendez durante una visita a St. Benedict. Mendez anteriormente trabajó en servicios de conservación y mapeo de terrenos para agencias como la Oficina de Gestión de Tierras, el Servicio Forestal de EE. UU. y el Servicio de Conservación de Recursos Naturales. También desempeñó labores similares en África antes de cursar estudios de posgrado en Oregón.

“Viví en Oregón por cerca de 14 años antes de mudarme aquí para obtener un ascenso y un aumento [de salario]”, Mendez dice. “Tienes que mudarte mucho para ir donde el trabajo está”.

Mendez ha estado trabajando en el Valle de San Luis, Trinidad y el Condado de Las Animas durante los últimos 35 años. Ha estado sin vivienda en tres ocasiones—siempre debido a la pérdida de un trabajo.

“La falta de vivienda asequible… ahora llegó a Alamosa”, Mendez dice. “No se necesita mucho para terminar en un lugar como este”.

Mendez cree que Alamosa es afortunada de tener el campamento de St. Benedict. “Está bien organizado y no es demasiado malo—un poco duro en los contornos, pero estos lugares siempre lo son”.

Traducido por Alejandra X. Castañeda

John McEvoy

Periodista visual
Del Norte, Colo.

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