Allison Neswood es una abogada especializada en temas de salud en el Centro de Colorado sobre Leyes y Políticas (CCLP, por sus siglas en inglés), un beneficiario de The Trust que participa en la Promoción de la equidad en salud. Esta estrategia está formada por un grupo de organizaciones que trabajan juntas para fortalecer un campo sólido y diverso de promotores de la equidad en salud en el estado. El trabajo de Neswood en CCLP es abogar por el acceso a cuidados de salud y a otras necesidades básicas, con un enfoque en programas de beneficios públicos.
¿Qué es lo que más te enorgullece de tu trabajo?
En mi puesto, trabajo en colaboración con muchas personas fenomenales para asegurar que la gente de Colorado tenga las herramientas necesarias para crear prosperidad y buena salud en sus propias vidas. En general, este trabajo significa mucho para mí porque me da la oportunidad de aplicar mis estudios legales en la lucha contra la pobreza y los sistemas injustos que la crean.
Tengo suerte de despertarme cada mañana creyendo en el trabajo que hago. Considero que el papel central de un abogado es luchar por la justicia, y luchar contra la pobreza es fundamentalmente un tema de justicia. La pobreza no tiene que ver con actitudes, creencias o deficiencias morales. Es sistémica.
Una de las cosas en las que el CCLP está tratando de enfocarse más es en pensar sobre las consecuencias de nuestro trabajo y si nuestro trabajo está realmente cubriendo las necesidades de todas las comunidades, incluidas las comunidades de color en Colorado. Una de las cosas en las que yo me he estado enfocando es en el acceso de los inmigrantes a los servicios de salud y a los programas de beneficios públicos. Esto ha involucrado asegurar que las normas de los programas se implementen de acuerdo con los derechos de nuestras comunidades inmigrantes, y que las familias inmigrantes no estén absteniéndose de usar los programas que les corresponden por derecho debido al miedo. Existe un miedo legítimo entre las comunidades inmigrantes debido a las políticas y a la retórica a nivel federal. Uno de los aspectos de mi trabajo del cual estoy más orgullosa es de mi tarea para fortalecer la capacidad del CCLP para apoyar a las comunidades inmigrantes.
¿Cuál es el aspecto más desafiante?
A nivel personal, el trabajo requiere que salga todo el tiempo de mi zona de confort. Tratar de comunicarme y conversar con legisladores, especialmente si no ven el mundo como yo lo veo, a veces me da miedo. También me salgo de mi zona de confort cuando doy presentaciones a otros defensores y grupos comunitarios sobre temas políticos importantes. Pero, aunque eso a veces me da miedo, también siento que es una de las partes más gratificantes de mi trabajo: ayudar a fortalecer la capacidad de las comunidades para que se conviertan en promotoras poderosas por sí solas.
Otro desafío que existe en este trabajo es la suposición cultural de que la pobreza es una deficiencia moral en lugar de un problema sistémico. Tienes que superar eso con la gente debido a los mensajes que prevalecen en la cultura estadounidense con respecto a la individualidad y la meritocracia. Con frecuencia, la gente asume que las personas pobres son pobres porque no tomaron buenas decisiones o tienen una mala actitud o una mala cultura, y que todos podemos mejorar económicamente si nos esforzamos más. Estas suposiciones se basan en el prejuicio, y es un desafío poder abordarlas de tal forma que no se sienta como un ataque.
Además, desarrollar e implementar soluciones políticas a problemas sociales complejos es difícil. No existen soluciones fáciles, y la gente no está de acuerdo en cuál es el camino correcto. Manejarse en ese ambiente también hace que el trabajo sea desafiante.
¿Cuándo supiste que querías ser abogada?
Creo que fue en la universidad. A veces, en las comunidades indoamericanas, la idea del éxito se siente limitada o restringida. Por lo menos esa fue mi experiencia. El mensaje que recibí fue: “Para ayudar a nuestras comunidades, debes ser doctora o tienes que ser abogada”. Creo que es una suposición válida en comunidades que han sido oprimidas. Siempre supe que quería hacer algo al servicio de los demás, pero sentí ganas de resistirme a la presión de encajar dentro de un patrón. Pero luego, en la universidad, me di cuenta de que estaba más interesada en clases con un enfoque legal.
Me interesó mucho trabajar como abogada enfocada en los derechos de la gente indoamericana. Después de la universidad, trabajé en un despacho privado que ayudaba a clientes indoamericanos con problemas de derechos de soberanía. Y aunque creía en la importancia de tener abogados de muy alta calidad trabajando a favor de los intereses de las tribus, no sentía que el trabajo me inspiraba. Estábamos trabajando a favor de clientes que podían pagar, trabajando en desarrollos petroleros y de gas natural en reservas indígenas. No me parecía que estaba ayudando a la gente indoamericana de la forma como había imaginado.
Como un año después de trabajar en ese despacho, vi que el CCLP tenía un puesto vacante. Y aunque no se enfoca en asuntos indoamericanos, su orientación a la justicia y enfoque en cubrir las necesidades de las personas marginadas y con bajos recursos en el estado realmente me atrajo. Creo que sería muy buena idea que hubiera más organizaciones como el CCLP en reservas indígenas para hacer rendir cuentas a los gobiernos tribales.
¿De qué manera informa tu trabajo tu identidad cultural?
Soy navajo. En relación con mi trabajo, mi identidad como persona indígena informa mi entendimiento de por qué la gente vive en la pobreza. Es colonialismo, racismo. Estas formas de opresión sistémica nos afectan, a nuestras comunidades, a las personas de color. Creo que, a raíz de mi experiencia como mujer indígena, considero la lucha contra la pobreza no como una lucha contra actitudes o creencias o individuos con defectos, sino como una lucha contra los sistemas desiguales y opresivos. Ese es el punto de referencia que incluyo en mi trabajo y en mi vida.
Mi identidad también informa mi creencia en que las comunidades saben cuáles son los problemas en la sociedad y tienen ideas valiosas sobre las soluciones. Creo que he estado interesada en examinar el concepto de pericia (experiencia) en la tarea para promover políticas. Las personas saben qué experiencias han vivido y tienen poder verdadero. Debemos poner más atención en lo que dicen las personas en la comunidad porque ellas son las verdaderas expertas.
¿Cuál es tu visión para la equidad en salud en Colorado?
En un Colorado equitativo, las personas tendrán la oportunidad de vivir vidas sanas y gratificantes sin importar el grupo racial al que pertenezcan, el vecindario donde se críen, su género, su identidad de género o su orientación sexual. Factores sociales o identidades como estas están determinando el acceso de las personas al bienestar y la salud óptima; en un Colorado equitativo, no será así. Las estructuras de oportunidades e instituciones tratarán justamente a cada persona. En ese mundo, sospecho que muchas más personas en Colorado se habrán enfrentado a la verdad de la injusticia en nuestro pais. Sospecho que aumentará el nivel de preocupación y compasión entre grupos raciales y entre otras categorías de diferencia social. Y sospecho que habremos realizado un trabajo significativo para limitar la influencia del dinero en la política.
¿Cuáles son los obstáculos más grandes para alcanzar esa visión?
Creo que es muy difícil para las personas realmente ponerse en el lugar del otro y ver el mundo desde esa perspectiva. Hasta para alguien como yo, que cree en la importancia de intentar ver las cosas desde un punto de vista diferente, es difícil. Hablamos mucho sobre esto en relación con el privilegio. Si los sistemas funcionan a tu favor, no necesitas ver los obstáculos que los sistemas crean para otras personas. Esta diferencia de percepción resulta en malentendidos sobre los problemas que enfrentamos como sociedad y las soluciones apropiadas, y por eso con frecuencia terminamos gritándonos unos a otros. Todo esto aumenta la polarización que observamos en la sociedad.
Entonces creo que, en una palabra, la respuesta que estoy tratando de dar es: división. La división y la inhabilidad de resolver las cosas de manera constructiva son dos de los obstáculos más grandes para progresar, en mi opinión. No estamos capacitados para hablar sobre problemas difíciles de manera constructiva. Al mismo tiempo, tenemos comunidades que han estado enfrentando generaciones de opresión económica y de otro tipo. Es muy difícil sacar a las comunidades de esa situación, especialmente cuando estamos divididos.
Sería negligente de mi parte no mencionar la concentración de riquezas como un enorme obstáculo. Nuestro sistema funciona para que los muy ricos se hagan aún más ricos y para aumentar la desigualdad, en gran parte porque nuestro sistema político responde a la riqueza, con frecuencia a expensas de la justicia y equidad. Los que están en el poder, usualmente debido a la riqueza, también se han convertido en expertos sobre cómo mantenernos divididos.
¿Cómo describirías la importancia de la equidad racial para alcanzar tu visión de equidad en salud?
La identidad racial es una de esas identidades sociales que tienen un enorme impacto en la habilidad de una persona de vivir su vida más sana y alcanzar el bienestar. Esto es así debido a la manera como las instituciones y los sistemas afectan a las personas de color. Nuestras comunidades de color tienen mayor probabilidad de enfrentarse a obstáculos para gozar de buena salud y tener acceso a oportunidades. Por eso es fundamental mantener esa perspectiva. También es fundamental porque nuestra práctica cultural de diferenciar “al otro” en Estados Unidos está arraigada al prejuicio racial. Las narrativas prejuiciadas y racializadas sobre “las reinas del welfare” y “los extranjeros ilegales” y “los violadores y traficantes de drogas mexicanos” son muy prevalentes en nuestra sociedad. Hacen que las personas de color sean el chivo expiatorio para debilitar la inversión pública en programas gubernamentales que fortalecen nuestras comunidades.
Este trabajo es duro y extenuante. ¿Cómo te cuidas a ti misma?
Disfruto mucho cuando estoy con mi hijo. Me encanta ser mamá y tomar el tiempo que quiero tomar para estar con mi hijo, para enseñarle a jugar basquetbol y que me enseñe el cubo de Rubik. Esa parte de mi vida me permite mucho balancear las cosas.
Para dormir lo suficiente, he establecido una práctica de escribir las tareas que tengo que hacer al día siguiente. Al escribir las cosas, puedo dejarlas ir. Si no, me quedo despierta pensando sobre ellas porque tengo miedo de olvidarlas.
También busco apoyo e inspiración para cuidarme de mí misma. Hay una cita de Audre Lorde que me gusta mucho: “Cuidarme a mí misma no es un lujo, es supervivencia, y ese es un acto de guerra política”. Creo que lo que trato de hacer es recordar que, especialmente como mujeres de color, cuidarnos de nosotras mismas es parte de la lucha. Nos fortalece, nos ayuda a enfocarnos más, nos hace ser todo lo que tenemos que ser para dedicarnos eficazmente a este trabajo y hacerlo a largo plazo.