Hace dos años, Reyna Ulibarri de Denver estaba manejando en la autopista I-70 cuando otro conductor chocó con su automóvil y se dio a la fuga, dejando a Ulibarri, de 40 años, con una lesión cerebral traumática. En aquel entonces, ella estaba en la etapa final de su doctorado en sociología en la Universidad de Indiana.
Debido a que ganaba un salario módico como profesora adjunta en la Universidad Estatal Metropolitana de Denver y en la Universidad de Colorado, Ulibarri estaba asegurada a través de Health First, el programa de Medicaid en Colorado, antes del accidente automovilístico. Aún antes del accidente, Health First estaba cubriendo el costo de los medicamentos que Ulibarri tomaba para controlar varias condiciones crónicas que le hubieran costado casi $300 mes.
Desde la última vez que Colorado expandió la cobertura de Medicaid en 2014, se han agregado al programa de Health First más de 400,000 personas. Muchas de las personas que ahora está aseguradas, especialmente los adultos sin hijos como Ulibarri, no tenían seguro anteriormente, ya que la expansión relacionada con Obamacare aumentó la elegibilidad con base en ingresos al 138 por ciento del nivel federal de la pobreza.
Ulibarri reconoce que Health First cubrió el costo de los exámenes y tratamientos cruciales para su recuperación, incluidos escaneos extensos y citas regulares con un neurólogo, de terapia física y terapia ocupacional. Pero también le preocupa la posibilidad de perder su seguro médico debido a cambios políticos en Washington, y a un intento legislativo relacionado que se llevó a cabo en marzo en Colorado.
El gobierno de Trump dijo en enero que iba a permitir que los estados impusieran requisitos laborales para algunos adultos que participan en Medicaid. Hasta ahora, casi una docena de estados han buscado que se autoricen estos requisitos; dos estados, Indiana y Kentucky, recientemente recibieron la autorización.
A su vez, el Senado de Colorado presentó una propuesta de ley en marzo que preparó el camino para establecer requisitos laborales para los participantes de Medicaid en Colorado. La propuesta no pasó más allá del primer comité, con un legislador republicano uniéndose a los demócratas para prevenir que avanzara. La fallida propuesta surgió después de recientes comentarios que hiciera el gobernador demócrata John Hickenlooper sugiriendo que estaba abierto a que se adoptaran esas reglas. Hickenlooper dijo que hay “mucha gente muy frustrada cuando piensan que las personas se están aprovechando del sistema”.
Los intentos de imponer requisitos laborales han desatado alarmas entre muchos pacientes y defensores de Medicaid en Colorado, al mismo tiempo que podrían surgir otros esfuerzos legislativos en 2019 o después.
Los requisitos incluidos en la fallida propuesta de ley del Senado de Colorado hubieran afectado solo a personas “físicamente capaces”. Pero este concepto puede ser engañoso, ya que con frecuencia se usa para describir a alguien que no ha recibido un reconocimiento formal de la Oficina del Seguro Social. Muchas personas que no cuentan con un estatus oficial de discapacidad están sufriendo condiciones de salud que no les permiten trabajar tiempo completo y, a veces, para nada.
Se ha descubierto que cerca del 35 por ciento de los participantes de Medicaid en el país no tienen trabajo debido a una discapacidad o enfermedad, según la Revista de la Asociación Médica Americana. Este porcentaje incluye a gente como Ulibarri, quien, a pesar de la severidad de su lesión, todavía no ha recibido su Seguro Social por Discapacidad. Ella dice que le da terror pensar que podría perder su cobertura de Medicaid si se ve forzada a trabajar para mantener su seguro, pero no es físicamente capaz.
“Es difícil ser una integrante productiva de la sociedad cuando sufres de condiciones crónicas de salud que te limitan”, Ulibarri dice. “Estaba lista para trabajar duro, de tiempo completo, para poder pagar un seguro médico y empezar a saldar mis deudas con la sociedad… pero mi lesión hace que no sea posible en estos momentos”.
Adam Fox, director de participación estrategia en la organización Colorado Consumer Health Initiative, un grupo no lucrativo que se decida a promover los cuidados de salud en Denver, cree que imponer requisitos laborales en Medicaid es una manera indirecta de recortar el programa, al mismo tiempo que explota la narrativa falsa de que las personas que lo reciben solo están aprovechándose del sistema.
“Los requisitos laborales no tienen ningún otro objetivo más que despojar de cobertura médica a las personas que la necesitan”, Fox dice. “Solo limitarían el acceso a cobertura y a servicios esenciales de salud al agregar requisitos burocráticos”.
Julie Reiskin, directora ejecutiva de la Coalición de Interdiscapacidades de Colorado (CCDC, por sus siglas en inglés), un beneficiario de The Colorado Trust que aboga por la justiciar para la gente con discapacidades, dice que los requisitos laborales podrían hacer que algunas personas perdieran su cobertura de Medicaid si el trabajo que encuentran paga más que el límite salarial. En teoría, esto suena como algo bueno; pero si su empleador no ofrece beneficios comparables de seguridad médica, podría forzarlas a comprar un seguro costoso o quedarse sin seguro y pagar ellas mismas sus gastos médicos.
“Apoyamos enfáticamente los incentivos laborales para la gente que participa en Medicaid, pero nos oponemos a los requisitos laborales por [muchas] razones”, Reiskin dice.
Muchos integrantes de la CCDC están en situaciones en las que solo pueden trabajar medio tiempo debido a enfermedades que no califican oficialmente como discapacidades, Reiskin dice. Por ejemplo, describe a un hombre de 20 y tantos años que recibe servicios de la CCDC y que sufre de problemas mentales que requieren que lo hospitalicen de vez en cuando. Esto hace que tener un trabajo tradicional sea casi imposible, aunque no se considera discapacitado según los estándares del Seguro Social. Sin embargo, el hombre puede trabajar medio tiempo cuando se siente mejor.
Para quienes participan en Medicaid, pero no sufren de una enfermedad o lesión debilitante, Reiskin dice que usualmente están estudiando o se encargan principalmente de cuidar de un niño pequeño o pariente enfermo. (Según el Departamento de Políticas y Financiamiento para el Cuidado de Salud en Colorado, el cual administra Health First, el 76 por ciento de los adultos no ancianos y niños inscritos en Medicaid en Colorado viven en una familia en la que por lo menos una persona ya trabaja. De esos adultos no ancianos que reciben Medicaid y no trabajan, el 18 por ciento son estudiantes y el 28 por ciento están cuidando de un pariente.) Estos incluyen a Robin Bodluc de Boulder, quien con 52 años está cuidando de su esposo Bruce, de 64, diagnosticado con esclerosis múltiple progresiva primaria hace 23 años.
“Sería difícil encontrar un trabajo que me permitiera llamar o salir en cualquier momento si una de las personas que ayuda a cuidarlo estuviera enferma o si hubiera alguna crisis, como una silla de ruedas rota o Bruce con fiebre”, dice Bodluc. Ella trabajó como directora de una agencia estatal antes de dedicarse a cuidar de tiempo completo a su esposo.
Health First le paga a Bodluc 40 horas de trabajo por semana como una de las siete personas que cuidan a Bruce (él requiere cuidados las 24 horas). Por lo tanto, no es probable que se vea afectada por los requisitos laborales si el estado llegara a establecerlos. Sin embargo, dice que muchos otros no tienen tanta suerte.
“A muchas de las personas que cuidan a parientes no les pagan y no pueden trabajar fuera de sus responsabilidades cuidando a esos parientes”, dice Bodluc, quien también recibe cobertura a través de Health First. “La expansión de Medicaid ha sido [nuestra] primera oportunidad de tener acceso a seguro médico en muchos años, así que cualquier requisito laboral también debe reconocer el trabajo no remunerado”.
Tanto Fox como Reiskin creen que establecer requisitos laborales bajo Medicaid en Colorado costaría más tiempo y dinero que los que quizás ahorren.
“Los requisitos laborales de Medicaid son… bastante costosos e ineficientes de administrar desde una perspectiva estatal”, Fox dice. Cita un informe en el que se calcula que los costos administrativos para implementar requisitos laborales de Medicaid en Kentucky tienen un precio anual de $186 millones: “[Esto] realmente significa que Kentucky gastará más dinero para cubrir a menos personas”.
Reiskin menciona los problemas bien documentados que ha tenido Colorado para mantener el programa actual de Medicaid para adultos con discapacidades como un ejemplo de los desafíos que podría enfrentar el estado.
“La administración de [los requisitos laborales de Medicaid] sería una pesadilla”, Reiskin concluye.
Ulibarri dice que perder su cobertura de Medicaid no le permitiría vivir de manera independiente
“No sé cómo sobreviviría si pierdo el acceso a mi tratamiento por la lesión cerebral traumática y mis condiciones crónicas de salud”, Ulibarri explica. “Tener acceso a cuidados