Una publicación de The Colorado Trust
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Durante la pandemia del coronavirus, proveedores de servicios públicos en Colorado prometieron mantener conectados los servicios eléctricos y otros servicios, por lo menos hasta nuevo aviso. Fotografía vís iStock

Economía

Ayuda temporal para algunos, mientras muchos otros enfrentan dificultades para obtener lo esencial

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Mientras la cascada de cierres continuó en Colorado durante el fin de semana pasado debido a la pandemia del coronavirus, el efecto dominó y las consecuencias financieras para las familias que enfrentan dificultades cubriendo gastos esenciales empezaron a notarse.

Afortunadamente, muchos proveedores de servicios públicos anunciaron que ofrecerán ayuda temporal a clientes que están y estarán enfrentando la pérdida de sus ingresos.

Xcel Energy, con 1.38 millones de clientes que reciben servicios de electricidad y 1.32 millones que reciben gas natural en Colorado, anunció que no desconectará sus servicios.

“No desconectaremos el servicio de ningún cliente residencial hasta nuevo aviso”, dijo Ben Fowke, director ejecutivo de Xcel, en el sitio web de la compañía.

Atmos Energy, que proporciona gas natural en 120,000 hogares principalmente en áreas rurales y comunidades montañosas, anunció que igualmente suspenderán las desconexiones.

Denver Water, con 1.5 millones de clientes, también dijo que suspenderá los cortes del servicio de agua durante la respuesta a la pandemia.

“Nuestra prioridad principal es mantener a empleados, socios, contratistas y proveedores sanos y salvos para seguir atendiendo a nuestros clientes”, la compañía dijo. “Estamos implementando numerosos cambios para lograrlo”.

Black Hills Energy, Colorado Natural Gas y varios otros proveedores de servicios públicos y cooperativas rurales de electricidad anunciaron esfuerzos similares.

Las medidas de los proveedores de servicios públicos se están implementando al mismo tiempo que otros esfuerzos para reducir los peores efectos de la COVID-19 cierran negocios a lo largo y ancho del estado. Los centros de esquí en el estado cerraron indefinidamente, algo nunca antes visto, después de que el gobernador Jared Polis publicara una orden ejecutiva. Días más tarde, el gobernador ordenó la clausura de todos los bares, restaurantes, gimnasios, teatros y casinos en Colorado, con la excepción de pedidos de comida para llevar o de entrega a domicilio. Y todas las pautas de salud pública instaron a reducir al mínimo cualquier tipo de contacto social y otras restricciones en varias comunidades montañosas tanto entre residentes como visitantes.

El efecto total que tendrán las medidas para responder a la COVID-19 todavía no se sabe. Sin embargo, es evidente que muchos trabajadores, especialmente en restaurantes, la industria del servicio y otros trabajos que pagan por hora, dejarán de obtener ingresos durante por lo menos el próximo mes, sino más.

“Mucha gente de clase trabajadora no tiene el lujo de trabajar desde casa”, dijo Cesiah Guadarrama Trejo, organizadora principal de vivienda con 9to5 Colorado, una organización nacional que representa a mujeres que trabajan. “Y luego hay un efecto cascada cuando no pueden pagar sus facturas”.

Eso significa que muchas personas que ya estaban viviendo con lo justo no tendrán dinero para cubrir gastos básicos, como el agua, el gas, la electricidad y hasta los pagos de su alquiler o hipoteca.

Hasta antes que se propagara el coronavirus en el estado, los aumentos en el costo de la vivienda y los salarios casi invariables ya habían causado que muchos habitantes en Colorado enfrentaran dificultades. Según un informe publicado en 2019 por el Centro de Colorado sobre Leyes y Políticas (CCLP, por sus siglas en inglés), el alquiler promedio por un apartamento de una o dos habitaciones aumentó más del 30 por ciento desde 2009. Mientras tanto, los ingresos de un inquilino promedio solo aumentaron un 2 por ciento durante el mismo período de tiempo.

Además, uno de cada cuatro trabajadores en Colorado tiene un trabajo que paga un sueldo más bajo, con un número desproporcionado de mujeres, personas negras, latinas y multirraciales entre ellos.

“Esto realmente está mostrando la interseccionalidad entre los derechos laborales y los derechos de vivienda”, Guardarrama Trejo dijo. “Muestra nuevamente que necesitamos abordar estos problemas ahora y [también] en el futuro”.

Sin un sistema de emergencia establecido, una serie de soluciones desordenadas surgió para proporcionar ayuda.

“El acceso a electricidad en el hogar es absolutamente esencial, ya que muchas personas en Colorado estarán en casa durante las próximas semanas”, dijo Jennifer Gremmert, directora ejecutiva de Energy Outreach Colorado (EOC), en una declaración enviada por correo electrónico. “Conforme la interrupción económica actual continúa, EOC espera que la demanda de asistencia eléctrica sea más crucial que nunca en los próximos meses”.

Recientemente, EOC distribuyó fondos adicionales para la asistencia eléctrica a sus agencias asociadas en el estado y también ofrece asistencia a quienes tengan problemas con el pago de su factura eléctrica. Para obtener ayuda, llama al 1-866-HEAT-HELP (1-866-432-8435) o visita www.EnergyOutreach.org para leer más información en inglés sobre sus programas.

Con más y más personas viviendo aisladas en sus hogares, las conexiones de datos e internet se han convertido en servicios mucho más esenciales. Colorado ha avanzado en su expansión de servicios de internet de banda ancha en años recientes, pero cerca de 85,000 hogares rurales, o el 14 por ciento de los hogares en el estado, todavía no tienen acceso confiable a internet, según reportó el diario digital The Colorado Sun.

Comcast, uno de los dos proveedores principales de internet en Colorado, está suspendiendo los límites de datos y ofreciéndoles a sus clientes acceso ilimitado al servicio de internet de banda ancha a nivel nacional por dos meses. También está proporcionando servicio Wi-Fi gratuito a hogares con bajos ingresos. Tampoco desconectará sus servicios y no cobrará cargos por pagos tardíos, según dijo en un comunicado de prensa corporativo. El otro proveedor principal de internet en el estado, CenturyLink, hizo una promesa similar.

Sin embargo, hasta con promesas de que el servicio de internet seguirá estando disponible, algunos hogares en Colorado no tendrán los dispositivos necesarios para usarlo. Una encuesta del Pew Research Center de adolescentes muestra grandes diferencias en el acceso que los adolescentes tienen a una computadora según el nivel de ingresos de sus familias. El 25 por ciento de los adolescentes cuyas familias ganan menos de $30,000 al año no tienen acceso a una computadora en su hogar, en comparación con el 4 por ciento de los adolescentes en familias con ingresos anuales de $75,000 o más.

Además de los servicios públicos, otro problema crucial son los desalojos.

Durante una conferencia de prensa la mañana del 16 de marzo, el alcalde de Denver Michael Hancock anunció que las fuerzas locales de seguridad pública dejarán de ejecutar demandas de desalojo hasta nuevo aviso. Hancock agregó que “no es momento de desalojar a la gente de sus casas”. La Ciudad de Denver también destacó su programa de Asistencia Temporal con el Alquiler y los Servicios Públicos como otro recurso disponible para personas que enfrentan una crisis de vivienda o no pueden pagar por sus servicios públicos. A nivel federal, el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD, por sus siglas en inglés) se comprometió a suspender los desalojos de viviendas con hipotecas aseguradas por la Administración Federal de Vivienda hasta finales de abril.

Quienes se dedican a promover los derechos de vivienda aplaudieron la medida de suspender la ejecución de demandas de desalojo. Sin embargo, siguen preocupados por los trabajadores y las familias que continuarán enfrentando pérdidas laborales y de ingresos.

“Eso está muy bien; sin embargo, no detiene exactamente las presentaciones de demandas de desalojo. Igual deberán pagar su alquiler en dos semanas”, dijo Guadarrama Trejo de 9to5 Colorado. “Así que nos preocupa mucho que, en dos semanas, las gente que vive con lo justo no tendrá dinero para pagar el alquiler”.

“Aunque se retrase el proceso, al final del día las personas no tendrán dinero para pagar el alquiler. Y todavía no sabemos qué pasará en otros condados”, agregó.

Los detalles de muchas de estas políticas temporales y de emergencia todavía no se saben bien. ¿Tendrán los clientes que pagar retroactivamente los costos? ¿Estarán sujetos a cargos por pagos tardíos y otras multas? Se debe tomar en cuenta el costo potencial de cualquier pago tardío y los “cargos que corresponderán el primer día o el tercer día, y que a veces pueden sumar hasta la mitad del alquiler”, Guadarrama Trejo dijo.

Miles de personas en Colorado enfrentan desalojos año tras año. Un estudio realizado por CCLP en 2017 encontró que los vecindarios con altas concentraciones de personas de color y las áreas donde existe la gentrificación, como Hampden, Five Points, Gateway-Green Valley Ranch, Montbello y Windsor, se enfrentan desproporcionadamente al desalojo.

Defensores y líderes comunitarios dedicados a temas de vivienda siguen trabajando para que se establezca una prórroga más integral en los desalojos, como se hizo en la Ciudad de Nueva York, Miami y San Jose.

Una de las frustraciones que los activistas y defensores tienen es con cuánto se han podido adaptar repentinamente políticas que antes se decían incambiables. Aunque muestra la severidad de la crisis, también sugiere que los sistemas y las prácticas establecidas por tanto tiempo y que desproporcionadamente agregan obstáculos para las personas con bajos ingresos y de color no necesitan ser tan arraigadas.

“Cuando el gobierno o una corporación retira de forma benévola alguna amenaza de castigo debido al coronavirus, es señal de que nunca existió una buena razón para que la amenaza existiera en primer lugar”, escribió Dan Kois para la publicación Slate.

Muchas de las medidas que se están implementando debido a la crisis se relacionan directamente con soluciones que los activistas han estado exigiendo por años, como fortalecer los derechos del trabajador y de la vivienda, aumentar las ausencias laborales pagadas y otros asuntos interconectados.

“Necesitamos estar mejor preparados”, Guadarrama Trejo concluyó, “y la realidad es que no lo estamos”.

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