Una resplandeciente estructura de vidrio y acero se inauguró a mediados de mayo en el centro de Mancos, un pueblo de 1,200 habitantes en el sudoeste de Colorado entre Durango y Cortez.
El nuevo edificio, conocido como Mancos Commons, está ubicado hacia atrás sobre Grand Avenue, la calle principal del pueblo. Pero es fácil distinguirlo en contraste con los edificios de más de un siglo de antigüedad que lo rodean.
La Casa de Ópera de Mancos, hecha de ladrillo, se construyó directamente enfrente de la calle cuando William Howard Taft era presidente en 1910. Dos puertas hacia el este se encuentra el recientemente renovado Columbine Bar, también establecido en 1910 y uno de los bares más antiguos y en operación por más tiempo en el estado.
Irónicamente, el nuevo edificio fue construido con el objetivo de proporcionar más espacio para una tecnología que ahora ya es obsoleta—la antigua tipografía—y hoy sirve como un imán creativo para artistas que trabajan con grabado y otros que viajan de alrededor de la región y del país para producir obras de arte. Pero Mancos Commons trajo más que un mayor espacio para los artistas; también incluye nuevas unidades de vivienda para la fuerza laboral. Los líderes de Mancos dicen que la adición es un buen comienzo para proporcionarles opciones de vivienda asequible a los integrantes de la comunidad.
El proyecto empezó hace nueve años cuando la organización sin fines de lucro que opera Mancos recaudó dinero para restaurar el edificio original clausurado por mucho tiempo que en su momento albergara la oficina del diario del pueblo por casi un siglo. El antiguo edificio contiene una enorme imprenta tipográfica Cranston, la cual pesa 9,000 libras y domina el espacio de adentro.
Tami Graham, una de las integrantes fundadoras de la organización, dijo que la demanda entre maestros y estudiantes de una escuela de artes gráficas construida alrededor de la antigua imprenta del diario y una imprenta de platina Chandler & Price más pequeña sigue siendo fuerte.
Las clases de este año, todas enseñadas en el apretado espacio de Mancos Commons Press, han incluido “Topografía 101”, “Arte radical con grabado para hacer tú mismo”, “Grabado de reducción en bloque” y “Herstory: celebrando a las mujeres mediante el grabado”.
“Fue muy obvio cuando empezamos a ofrecer programas que íbamos a necesitar más espacio—de alguna manera”, Graham dijo.
El nuevo espacio para ampliar Mancos Common Press y traer aún más tipos de grabado no se hubiera construido sin lo que está en el segundo piso: tres apartamentos de una habitación disponibles en alquiler como “vivienda para trabajadores” para quienes cumplan con los requisitos.
“Tres unidades quizás no parezca mucho en muchos lugares, pero en un pequeño pueblo, puede marcar una gran diferencia”, dijo Margaret Hunt, exdirectora ejecutiva de Colorado Creative Industries, la cual otorgó un subsidio de $1.3 millones para el proyecto de Mancos Commons. “Esos apartamentos pueden albergar a maestros en la escuela local o a otros que quizás no ganen el tipo de salario que les permita comprar una propiedad”.
Los tres inquilinos son un conductor de ambulancias, un empleado en el cercano Parque Nacional de Mesa Verde y un maestro de matemáticas y ciencias recientemente contratado por Mancos High School.
Richard Krueger, el maestro de high school, se mudó en abril de Flagstaff, Arizona, alcanzando un sueño de años de vivir en Mancos.
“No parecía ser el estereotípico pueblo montañoso de Colorado que se vio invadido por un área de esquí y se transformó en Disneyland”, Krueger dijo.
Durante la pandemia de COVID-19, Krueger pasó dos semanas acampando en un campamento cercano.
“Ahí fue cuando realmente pasé tiempo aquí por primera vez y me dije: ‘Guau, sería increíble vivir aquí’”, dijo.
Cuando aceptó el trabajo en Mancos High School, Krueger pensó que tendría que disminuir sus expectativas de vivienda. El nuevo trabajo paga $4,000 menos al año que su salario escolar en Flagstaff donde lanzó el programa de ingeniería en Flagstaff High School.
De repente, Krueger dijo, “salió esta cosa en Mancos Commons”. No tenía idea de que el elegante edificio nuevo en el centro incluía vivienda cuando lo vio en construcción la primera vez, pero rápidamente envió su solicitud.
La alcaldesa de Mancos Cindy Simpson dijo que está muy contenta con el éxito inicial del proyecto.
“Creo que es un excelente inicio para obtener más vivienda asequible en el pueblo”, dijo Simpson, quien ha trabajado intermitentemente con la comisión de planificación y zonificación y el concejo del pueblo por 20 años.
“Todo tiene que ver con los porcentajes, ¿cierto? Tenemos un pueblo pequeño. Tres unidades es gran cosa… Creo que el valor en ello es que la gente que se crio aquí quizás no tendrá que irse”.
Los fondos para Mancos Commons se combinaron con subsidios adicionales de la División de Vivienda de Colorado ($815,000), la Autoridad de Vivienda y Finanzas de Colorado (como $25,000 para asistencia técnica preconstrucción), una amplia variedad de fundaciones privadas y $100,000 de los integrantes de la comunidad.
Ballantine Communications, la cual publica los periódicos The Durango Herald y The Cortez Journal, donó el terreno y edificio originales a Mancos Common Press y también le dio a la organización sin fines de lucro el derecho de rehusarse primero para comprar el terreno adyacente donde la nueva estructura se construyó. La Universidad de Pensilvania también desempeñó un papel clave ayudando a restaurar la maquinaria y reabrir el edificio original, el cual se convirtió en la sede de The Mancos Times-Tribune en 1910.
¿Por qué la Universidad de Pensilvania a 2,000 millas de distancia al este? Frank Matero, presidente del Departamento de Conservación Histórica de la universidad, empezó a viajar al sudoeste de Colorado a principios de los años 1990 para trabajar en un proyecto en el Parque Nacional de Mesa Verde. Durante un paseo en el centro de Mancos en 2013, un curioso Matero entró al antiguo edificio del Mancos Times y se topó con la imprenta sin usar, un momento para conservacionistas que él compara con arqueólogos que encuentran la tumba de Tutankamón. Ese día empezó el proceso de organizar una entidad local sin fines de lucro para restaurar el edificio y la imprenta abandonada y empezar a atraer a artistas y otros dedicados al grabado.
Según el Departamento de Asuntos Locales de Colorado, el subsidio de la División de Vivienda de Colorado para el proyecto de Mancos Commons fue uno de ocho subsidios de ese tipo distribuidos alrededor del estado. El total estatal de $31.2 millones resultó en 482 unidades adicionales de vivienda asequible.
Los términos del subsidio estatal hubieran permitido que inquilinos que ganaran hasta el 140 por ciento de los ingresos medios en el área (AMI, por sus siglas en inglés) cumplieran con los requisitos para una vivienda, pero la junta directiva de Mancos Common Press decidió reducir el máximo a 120 por ciento. Por lo tanto, los inquilinos pueden ganar un salario máximo de $73,080 por un ocupante (o $83,520 por dos ocupantes). El salario mínimo de un inquilino es de $50,700.
La búsqueda inicial de inquilinos calificados empezó en el código postal de Mancos y luego se amplió a todo el Condado de Montezuma cuando no se recibieron suficientes solicitudes. Dos unidades se alquilaron antes que se completara la construcción; la tercera la obtuvo Krueger una semana después.
Krueger dijo que apenas cubrió los parámetros del salario para el proyecto—con respecto al nivel mínimo.
“Lo triste es que un maestro veterano con 20 años [de experiencia] y una maestría” apenas cumplió con los requisitos, dijo.
El alquiler mensual de cada una de las unidades de 575 pies cuadrados es $1,100. En comparación, la compañía digital de bienes raíces Zillow reporta que el alquiler medio de todo tipo de propiedad en Mancos era $2,100 a mediados de junio. Los lugares existentes en alquiler de una habitación empiezan en $1,800, con solo tres vacantes disponibles.
Sin embargo, en un pueblo donde el salario inicial de un maestro es $40,000, los salarios establecidos por el proyecto aparentan ser altos para algunas personas. “Vivienda asequible”, según la Autoridad de Vivienda y Finanzas de Colorado, no cuesta más del 30 por ciento de los ingresos brutos de un hogar para cada nivel de ingresos. En comparación, “vivienda para trabajadores” se refiere a vivienda asequible para trabajadores locales que ganan un salario típico del 50 al 120 por ciento de los ingresos medios en el área.
A pesar de estos cálculos, Simpson siente que Mancos Commons es un paso hacia la dirección correcta.
“Para el primer proyecto mayor—y voy a decir ‘mayor’ aunque sea solo de tres unidades—Mancos Commons está liderando el camino”, dijo. “Creo que esto es una buena señal de que el corazón de la gente está en el lugar correcto, y que están poniendo sus carteras en el mismo lugar. Estamos muy contentos de poder ayudar”.
El gobierno del pueblo se desempeñó como la agencia que transfirió los fondos del subsidio. En un pueblo pequeño, Simpson dijo, la sociedad público-privada fue necesaria. El pueblo solo cuenta con 14 empleados.
“No hay forma de que actuemos como supervisor de construcción y luego agente de [vivienda en alquiler] o nada como eso”, Simpson dijo.
Hunt, la exdirectora de Colorado Creative Industries, dijo que caminó adentro del edificio el otoño pasado mientras se construía, y “me hizo llorar… es una cosa examinar un subsidio, pero es otra cosa ver que el trabajo se haga”.
“La pasión y el liderazgo son lo que marcan la diferencia para promover las artes y la creatividad en una comunidad”, Hunt agregó. “Siempre me siento celosa cuando veo publicaciones en Facebook sobre talleres que están realizándose ahora y el tipo de trabajo que se está produciendo. Me gustaría que otras comunidades tuvieran ese tipo de lugar emblemático para reunirse”.
Sin embargo, la presencia contrastante de un edificio moderno situado entre estructuras cercanas de un siglo de antigüedad produjo algunas críticas. Un artista local reconocido dijo que el diseño tiene una calidad tipo “mausoleo”. Quejas sobre el color oscuro resultaron en que se volvieran a hacer ciertas áreas con un color gris claro antes que los inquilinos se mudaran.
Robin Strother, exintegrante de la junta directiva de Mancos Common Press, dijo que la junta pudo haber hecho más para reunir los comentarios de la comunidad antes de la construcción, un punto que Graham, la presidenta de la junta, disputa con notas de las reuniones.
Pero Strother predijo que las controversias relacionadas con el proceso de diseño y la presencia de un edificio moderno contrastante en un antiguo pueblo del oeste se “desvanecerán al pasado” con el paso del tiempo. Al final de todo, dijo, el espacio expandido permitirá que grupos más grandes de estudiantes y artistas trabajen con la imprenta y enriquecerá la enseñanza artística y el proceso de aprendizaje.
“Los pueblos pequeños están constantemente buscando una identidad, y por lo menos yo pienso que hemos encontrado la nuestra parcialmente—asumiendo que podamos mantener el impulso”, dijo. “No podemos quedarnos atorados en el pasado, y quiero que la generación más joven en este pueblo se quede aquí, viva aquí y tenga un interés en el futuro de este pueblo. Al final, creo que Mancos Commons será fantástico”.
Krueger está de acuerdo, y aprecia que puede caminar solo unos minutos a la oficina de correos, el supermercado o subirse a su bicicleta y tener un corto trayecto a Family Dollar.
“Es genial. Es de primera”, Krueger dijo. “Siento como que gané la lotería”.
Traducido por Alejandra X. Castañeda